miércoles, 13 de junio de 2012

Las pitadas al himno, importantísima cuestión de Estado

A los ciudadanos españoles no nos queda más que la ironía para entender el devenir de este Gobierno, falto de planes, plegado a las políticas dictadas desde las oligarquías alemanas. Resulta lamentable que, inmersos en un grave rescate financiero y bajo la amenaza de una segunda intervención, el partido gobernante plantee durante un pleno en el Congreso la prohibición de las pitadas al Himno en los estadios. 

Parece ser que en España ya no hay más problemas que las pitadas a la Marcha Real en algunos eventos deportivos. Tras el "préstamo" concedido por Europa, el optimismo vuelve a la agenda de nuestro Presidente quien, haciendo gala de confianza en sí mismo, puede ahora seguir tranquilamente "la Eurocopa porque se ha resuelto la situación"[1].

Y es que, según la perspectiva del Gobierno español, el Estado vuelve a la senda del crecimiento, la creación de empleo y la fortaleza bancaria. España ha demostrado su saber hacer, su peso en Europa, al conseguir el primer rescate en la historia calificable como "buena noticia"[2]. Las consecuentes y efusivas felicitaciones al Ejecutivo[3] sólo han sido empañadas por agoreros elementos nacionales y extranjeros que no quieren comprender dónde se encuentran ahora los verdaderos problemas del Estado.

Para nuestro flamante Presidente es complicado pasar página cuando hasta la prensa conservadora alemana califica de "surrealista" los delirios de riqueza e influencia de las élites económicas y políticas españolas[4]. Aguafiestas y envidiosos, si no fuese por su carácter personal tímido y reservado, es la respuesta que tendría que dar Rajoy. Las advertencias de prácticamente todo el mundo financiero, político y periodístico no suponen nada ante la determinación que demuestra el Presidente, quien siempre supo que España jamás sería rescatada[5], y por eso insiste en utilizar otros términos considerados más adecuados, cuyo uso además recomienda a los medios de comunicación cercanos a su entorno político[6].
Mariano Rajoy ha tenido incluso el detalle de volver a situar a la siempre olvidada África en el plano internacional al recordar que España no es Uganda[7], puesto que el país africano no ha necesitado ningún rescate mientras España, según indican algunas fuentes, se encuentra al borde de una segunda intervención[8]. No importa que la presidenta de Brasil recuerde que las políticas de austeridad, previamente sufridas en su país, no son el camino que, sin embargo, este rescate obligará a seguir aún con más intensidad[9]. Tampoco llama la atención del Gobierno español la opinión de economistas de la talla de Stiglitz o Krugman, quienes insisten en la inutilidad de este rescate[10], asimismo compartida por gurús de las finanzas como Jim Rogers -nada sospechoso de ser izquierdista-, quien indica que "lo que se está haciendo es quitar los bienes a las personas competentes para dárselos a las personas incompetentes", lo que califica de "una economía y una moral absurdas"[11].

La postura del Gobierno es reflejo de su confianza en el futuro de la economía nacional cuando rechaza la petición de apertura de una comisión de investigación en el Congreso para analizar las causas de la crisis financiera, de la que este rescate ha sido consecuencia, alegando que éste es momento de "mirar hacia adelante", limitándose a pedir "prudencia, responsabilidad y apoyo" a la oposición en esta tarea[12].

No hay mejor manera de mirar hacia adelante que plantear en un pleno del Congreso de los Diputados el asunto de las pitadas en los campos de fútbol al himno del Reino de España[13]. No importa que, horas antes, se anuncie que la prima de riesgo vuelva a subir o que las agencias de calificación rebajen la nota de la recién rescatada banca española[14]: el problema nacional más acuciante es la falta de respeto a los mencionados acordes.

El futuro se presenta oscuro, por mucho optimismo que pretenda trasmitir Rajoy en sus contadas apariciones públicas. La situación económica española es discutida en todos los foros, mientras el Gobierno español se encuentra de merced de las directrices procedentes de Berlín. Hablar a estar alturas de las pitadas a un himno resulta lamentable puesto que se trata -como es evidente- de un asunto sin trascendencia, de "una soberana tontería"[15], como se indica desde la Oposición. El asunto se reduce a una medida planteada con prisas que encubre una torpe y clara estrategia de distracción de la opinión pública. Tan mal estudiada, que el propio partido en el Gobierno tuvo finalmente que votar en contra[16]. Definitivamente, si la respuesta a la grave situación del Estado consiste en proponer limitaciones a la libertad de expresión, entonces el problema es aún mayor de lo que se pensaba.


[1] "Rajoy: El rescate es "muy bueno" y el Gobierno "sabe perfectamente adónde va"". El Huffington Post, 10 de junio de 2012.
[5] "Rajoy asegura que España no será "rescatada" y censura "alarmas injustificadas"". Público, 12 de abril de 2012.
[6] "Telemadrid prohíbe utilizar la palabra "rescate" en sus informativos". FórmulaTV, 12 de junio de 2012.
[7] "Uganda responde a Rajoy: "A nosotros no nos han tenido que rescatar"". Yahoo! Noticias, 12 de junio de 2012.
[8] "The New York Times: "Es inevitable un segundo rescate de España"". Expansión, 12 de junio de 2012.
[9] "Dilma critica el rescate de España y se pregunta hasta cuando servirá". El País, 13 de junio de 2012.
[10] "Stiglitz: "El rescate financiero a España no funcionará"". Expansión, 11 de junio de 2012.
[11] "Jim Rogers: "El rescate de la banca española es una locura, hay que dejar quebrar al país"". El Economista, 11 de junio de 2012.
[12] "El PP rechaza la comisión de investigación sobre la crisis financiera porque "es momento de mirar adelante"". EuropaPress, 12 de junio de 2012.
[13] "El PP quiere prohibir por ley las pitadas al himno nacional". La Información, 12 de junio de 2012.
[14] "Fitch baja de una tacada la nota a 18 bancos españoles". La Información, 12 de junio de 2012.
[15] "IU e ICV tachan de soberana tontería” prohibir las pitadas al himno nacional". El Economista, 12 de junio de 2012.
[16] "El PP se marca un gol en propia puerta con la prohibición de las pitadas al himno". El Confidencial, 12 de junio de 2012.

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