sábado, 28 de julio de 2012

Desvaríos periodísticos contra un gaditano

Reproduzco a continuación un clarificador escrito del profesor Alfonso Galindo, una llamada a la libertad de pensamiento, al ejercicio del escepticismo y un toque de alerta contra las crecientes amenazas de manipulación a la ciudadanía, a la cual se ofrece cabezas de turco como elementos de distracción hacia los verdaderos problemas que desembocan de los duros momentos de crisis y recortes sociales que estamos viviendo.
El día 22 de julio de 2012 salió en el blog de Fernando Santiago una opinión que no tiene desperdicio, un párrafo envenenado que es necesario abrir y destripar para aislar el veneno. Este párrafo figura al pie de una foto de la manifestación multitudinaria del día 19. El autor del blog lamenta una actuación del juez Bermúdez de la audiencia nacional y, a tiempo de que se permite este alarde de libertad de expresión, propone el abucheo de una pancarta.

Ese mismo día de las grandes manifestaciones en toda España, contra la represión económica del gobierno actual, el ministro de Interior hizo un último intento de rescatar el terrorismo para que los españoles, como hicimos en épocas pasadas, nos podamos tragar la píldora de los recortes.

Pero esta vez no ha dado resultado. La única voz original en este caso ha sido la de Fernando Santiago. Toda su parrafada se podría haber sustituido por una frase: “que sepan los detentadores del poder que estoy de su lado, a toda costa”. ¿A qué costa? A costa de engañar a los lectores de su blog y, por extensión, a los del grupo editorial que lo aloja (Grupo Joly, Diario de Cádiz). Después de que el ministro anunciara que se ha cerrado un caso de hace 17 años, resulta que lo único que hay de novedoso son las detenciones. El juez Bermúdez ha tardado dos días en decretar la libertad para dos de los tres detenidos.

Pero a diferencia de otras épocas, la gente ya sabía que la operación era una cortina de humo y que las detenciones eran de relleno. Por eso, en la gran manifestación hubo una pancarta pidiendo la inmediata excarcelación y la gente no abucheó, sino que se fueron acercando para mostrar su apoyo; y nos fuimos relevando, casi nos peleábamos por sujetar la pancarta. Porque ya la gente no se traga estas operaciones fantasmagóricas, ni siquiera al leer los desvaríos de su blog.

El autor se extraña de que se haya conseguido el dinero de la fianza, pero nosotros, que conocemos al afectado y a su familia, sabemos que no está solo y se ha logrado conseguir 10.000 euros que han salido, lo vamos adelantando (por si Fernando Santiago ha querido sugerir otra cosa), de las rentas del trabajo de sus amigos y familiares.

Ya no valen esos métodos, la gente no está tan atontada y desarticulada y por eso, este blogger se ve obligado a mentir cuando habla de “las pruebas acumuladas por la guardia civil”. La Benemérita se ha limitado a cumplir órdenes. Las supuestas “pruebas” no son tales a criterio del juez de la Audiencia nacional, pero eso a Fernando Santiago se le hace “muy cuesta arriba”.

En lo único que le doy la razón es que “esto no debería dejar indiferente a nadie”. A nosotros lo que se nos ha hecho muy cuesta arriba, aparte de la fianza, es el disgusto innecesario que se le ha dado a la familia y a la gente de Cádiz. Ojalá que sus poderosos patrocinadores no le incluyan nunca en una lista de nombres y no le toque nunca lo que muchos inocentes han padecido, en razón de su activismo de izquierdas y con motivo de las estrategias mediáticas de un nefasto gobierno de la nación.

Lo que le faltaba al juez, a los gaditanos y al damnificado es que usted saque un panfleto sembrando la sospecha sobre una persona que puede acreditar su inocencia. Creo que lo correcto, en este caso, es denunciar el papel de medios de prensa y propaganda y la politizada familia de Publio Cordón, que, suplantando a la judicatura, sentencian de antemano a los inocentes, con tal de poder narcotizar a los sufridos lectores de este país.

Alfonso Galindo Lucas

domingo, 22 de julio de 2012

Diccionario de la Crisis: basura financiera

basura.
(Del lat. versūra, de verrĕre, barrer).
~ financiera. 
1. f. Balances contables activos, en bancos y otras entidades financieras, valorados muy por encima de lo que en realidad valen. Tómese como ejemplo ilustrativo un préstamo que supone que el banco va a cobrar y que está valorado en 1 millón de euros. En realidad ese préstamo no se cobrará y entonces puede valer hasta 0 euros. La diferencia, el millón, debería ser una pérdida pero aún no aparece como tal para el banco. Por eso los bancos tienen que encontrar formas de ir compensando esa pérdida futura o podrían quebrar. Éste es el motivo por el cual son renuentes a conceder más préstamos, ya que tienen problemas más importantes antes que entrar en nuevas aventuras arriesgadas (más aún cuando los nuevos préstamos pueden ser a su vez también difíciles de cobrar por el escenario de crisis que vivimos).*


[*] Definición desarrollada a partir de las explicaciones de Alberto Garzón en "Encuentro digital con Alberto Garzón". Andalucía Internacional, 20 de febrero de 2012.

miércoles, 18 de julio de 2012

18 de julio, ¡abajo el régimen!

Transcripción del vídeo titulado "18 de julio, ¡abajo el régimen!"[*], un magnífico alegato en defensa de la democracia, históricamente amenazada en España por quienes hoy actúan en nombre de los dioses mercados y ayer lo hacían para apoyar a aquella cruel dictadura; una magnífica herramienta para recordar que la democracia ha sido secuestrada a manos de una sucesión de regímenes que dan la espalda al pueblo, a quien ningunean y criminalizan cuando éste sale a las calles a reclamar justicia social:
El 18 de julio de 1936 la derecha española y los poderosos enseñaron su verdadero rostro. Muchos y muchas, la mayoria, no se dejaron intimidar por los asesinos y apretaron los dientes para enfrentar a muerte a los enemigos de la libertad. Pero la democracia fue entonces más débil que aquella alianza de banqueros y grandes propietarios, curas y criminales fascistas, militares cobardes y hombres de orden apoyados por  Alemania y por unos poderes europeos que temían más al pueblo español que a Franco. 
Tras casi 3 años de guerra se imponía un régimen sustentado sobre el crimen y la desigualdad, sobre el terror y la mediocridad, que entregó nuestro país a lo más repugnante de las élites económicas, políticas y religiosas. Fueron décadas de oscuridad, de retraso y de mentiras en las que el Régimen, a través del miedo y la incultura, trató de minar la conciencia de un pueblo que había sido el ejemplo para el Mundo en la defensa de la democracia y la justicia social. Pero no todo el mundo se dejo vencer por el miedo. Fueron cientos de miles quienes se enfrentaron a la dictadura. Gracias a ellas y a ellos, algunas libertades volvieron a nuestro país. Los hombres del régimen supieron cambiarse de chaqueta, a veces deben cambiar algunas cosas para que sigan mandando los mismos. 
Quisieron construir un país sin memoria, un país de cachondeo, de juerga, de corruptos y criminales, de nuevos ricos, de constructores y de sinvergüenzas. Con cientos de miles de demócratas asesinados en las cunetas, a los que se quiso matar por segunda vez. 
Hoy, la crisis nos recuerda a cada momento que el poder no es del pueblo, que siguen mandando los de arriba, y que la democracia sólo se gana combatiendo. Queremos que esos hombres de negro, de ayer y de hoy, sepan que estamos orgullosos de nuestros abuelos y abuelas, de nuestros padres y madres, porque nos han enseñado a amar la democracia y a odiar a los que la secuestran. 
Por eso hoy tomamos las plazas y las calles, para hacer frente a un régimen que rescata a los bancos mientras desahucia a las familias y criminaliza a los que luchan. No necesitamos que nadie nos recuerde que somos el enemigo: nos han enseñado a no tener miedo y vamos a tatuárselo en las entrañas.



[*] Vid. "18 de Julio, #AbajoElRégimen", producido por Izquierda Unida el 18 de julio de 2012.

lunes, 16 de julio de 2012

¿De camino hacia un gobierno de salvación nacional?

Gran parte de la población española ha interpretado los últimos recortes perpetrados desde el Estado español como un ataque directo contra sus derechos. El Gobierno se enfrenta ante un panorama de seria agitación social, contra la cual poco vale escudarse en la legitimidad de su mayoría absoluta. Ante tales circunstancias, la posibilidad del establecimiento de un gobierno de salvación nacional -igualmente controlado por la troika- se hace, cada día que pasa, más real.

Los últimos recortes anunciados por el Gobierno del Partido Popular, los más duros de la historia moderna, han provocado el rechazo de una parte significativa de la población española. Desde el 11 de julio, numerosas movilizaciones -tanto espontáneas como organizadas- no han dejado de sucederse[1]. La credibilidad del Gobierno, a pesar del incondicional apoyo de la caverna mediática, se encuentra bajo mínimos. El argumento de la mayoría absoluta[2], utilizado por aquél para hacer y -sobre todo- deshacer al antojo de los grandes poderes financieros, deja de tener legitimidad -si es que alguna vez la tuvo- cuando cada anuncio de recortes implica la ruptura de más promesas electorales.

El pretexto de la herencia recibida del anterior gobierno pierde cada vez más fuerza, pasando a interpretarse como una excusa para evitar reconocer que el trasfondo de los recortes es mucho más profundo que una consecuencia de la suma de errores pasados. Las indudables equivocaciones del expresidente Rodríguez Zapatero partieron de la misma base ideológica que ahora continúa Rajoy: la sumisión al neoliberalismo impuesto desde la Europa del capital, cuya embajadora es Angela Merkel, a partir de una particular interpretación del concepto de austeridad que conlleva al inexorable empobrecimiento de la población. Por tanto, detrás de cada recorte, haya sido impuesto por Zapatero o por Rajoy, hay un trasfondo ideológico cuyo fin último es el desmontaje del Estado del Bienestar, pues éste ha dejado de ser un instrumento necesario para los grandes poderes.

Ante la perspectiva, cada vez más tangible, del desmontaje de los -ya de por sí débiles- mecanismos del bienestar en España es lógico pensar que la deseada paz social peligre, pues ya no existe ningún contrato social que la garantice. Dicho de otro modo, el factor de contención social del pan y circo sólo tiene validez mientras haya un mínimo de pan. Los últimos recortes suponen la ruptura unilateral del contrato social hasta ahora existente e implica la reedición del camino de emprobrecimiento emprendido en su día por Grecia.

La dinámica de movilizaciones, disturbios y huelgas generales que ha venido azotando a Grecia puede reproducirse en España. Toda esta conflictividad ha de interpretarse como síntoma de que no se está gobernando para el interés de la mayoría, sino para el beneficio de unos pocos privilegiados; de hecho, dada la magnitud del conflicto, es razonable pensar que ningún gobierno actuaría de un modo tan evidentemente suicida -desde una visión electoralista- si pudiera evitarlo. Efectivamente, España y Grecia son gobiernos títere de los grandes grupos de poder cuya cabeza visible es la troika formada por el BCE, la Comisión europea y el FMI.

El reconocimiento a tal situación parte de los propios gobernantes electos, justificándose cualquier recorte con el consabido "nososotros no queríamos, pero nos obligan". De hecho, la impotencia del Gobierno se ilustra perfectamente en la afirmación de que, en caso de no tomar las medidas a motu proprio, vendrán de fuera a tomarlas[3]. En román paladino, esto significa que a Europa no le temblará el pulso en deponer a cualquier gobierno insumiso para colocar, a continuación, a algún tecnócrata de su confianza, como ya hizo con Berlusconi o Papandreu. La Europa intervenida ha pasado a ser un protectorado del gran capital, representado por la troika, al cual le da exactamente igual el bienestar de la población de los países rescatados con tal de que los créditos y sus intereses sean devueltos a los bancos acreedores[4]. En tal sentido, no han sido casuales los ataques orquestados por el Gobierno de Angela Merkel contra Syriza durante la campaña electoral de junio de 2012. El gran capital europeo hará lo que esté en su mano por asegurar la permanencia de gobiernos afines a sus intereses, manipulando lo necesario para que se mantenga una sensación democrática, aunque se reduzca exclusivamente al ámbito electoral.

La espiral de conflictividad a la que parece abocada la sociedad española puede que no tarde en reproducir un escenario como el que se produjo en Grecia, que supuso el fin del gobierno de Papandreu. En su caso, la presión social contra la aceptación de un nuevo rescate fue tal que obligó al entonces primer ministro a  convocar un referendum. Su cese y sustitución por un títere afín a Berlín fue inmediato. Al igual que en Grecia, asociaciones y sindicatos afines a las Fuerzas de Seguridad del Estado y el Ejército han presentado diversos comunicados advirtiendo de su disconformidad con la actual situación[5]. Por otra parte, se plantean movilizaciones ciudadanas para el 25 de septiembre con el objetivo de "rodear el Congreso de los Diputados y permanecer allí de forma indefinida, hasta conseguir la disolución de las cortes y la apertura de un proceso constituyente para la redacción de una nueva constitución"[6].

Ante la situación descrita se plantea un escenario en el que la Unión Europea, en aras de la normalización, la responsabilidad y el sentido de Estado -con el oportuno apoyo de los todólogos de los medios de comunicación tradicionales-, podría imponer la creación de un gobierno de salvación o concentración nacional[7] formado por los partidos más representativos, fundamentalmente PP, PSOE y CiU. De hecho, la coalición catalana lleva tiempo sugiriendo la posibilidad de que tal gobierno sea llevado a cabo[8]. En todo caso, de ocurrir así, todas las movilizaciones, todas las luchas a pie de calle no habrán servido para nada, repitiéndose lo ocurrido en Grecia.

Es fundamental que la sociedad haga uso de la movilización como instrumento para la toma de conciencia de clase. Las movilizaciones no pueden reducirse a simples actos de protesta, de demostración de inconformidad hacia las medidas lesivas a los ciudadanos, sino que han de ser la referencia de una lucha constructiva hacia objetivos claros. De nada sirve desafiar al Estado, por muy degradado que se encuentre ante injerencias de terceros, si no se utilizan tales desafíos para construir relaciones de poder favorables para la clase trabajadora. De ahí la importancia de la consolidación de un frente cívico que canalice la preocupación de la ciudadanía hacia una toma real de conciencia de clase, que permita así plantear una alternativa sólida y eficaz a futuras imposiciones desde el gran capital europeo.


[1] "Los funcionarios vuelven a salir a la calle y cortan la Gran Vía para protestar por los recortes". RTVE Noticias, 16 de julio de 2012.
[2] Por ejemplo, véase como ejemplo: "El PP bloquea la comparecencia de Rajoy para explicar los recortes". El País, 17 de abril de 2012.
[3] "Cospedal: si España no toma medidas, "van a venir otros" a ponerlas". Europa Press, 16 de julio de 2012.
[4] De hecho, la prensa extranjera no tiene reparos en definir a la UE como "los nuevos amos de España". Vid. "The Economist: "Subir el IVA es una imposición de los nuevos amos de España"". El Economista, 15 de julio de 2012.
[5] "Militares avisan que su capacidad de aguante tiene un límite". Público, 15 de julio de 2012.
[6] "Movimientos sociales de toda España pretenden ocupar el Congreso el 25 de septiembre". Tercera Información, 15 de julio de 2012.
[7] Esta posibilidad ya fue planteada por Julio Anguita en la entrevista: ""Seré rebelde hasta que me muera, porque no soporto esta injusticia"". Diario de Córdoba, 1 de julio de 2012.
[8] "Duran: "El Gobierno de Rajoy me ha decepcionado: son unos burócratas"". La Vanguardia, 21 de mayo de 2012.

Diccionario de la Crisis: troika

troika.
(Del ruso troĭka, der. de troe, trío).
1. f. Grupo de poder formado por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional cuyo cometido es asegurar el cumplimiento de las políticas de recortes, privatizaciones y destrucción del sector público según el dictado de la ideología neoliberal que representan.
2. f. Gobierno en la sombra de cualquier estado europeo que haya sido rescatado o se encuentre bajo la posibilidad de ser intervenido.*


Notas:
[*] Definición desarrollada a partir de "Los técnicos de la troika comienzan las inspecciones de las finanzas griegas". Euroefe, 11 de julio de 2012.

sábado, 14 de julio de 2012

La mejor respuesta al "vete a Cuba"

Con motivo del infame "¡que se jodan!" protagonizado por una diputada del Partido Popular durante el anuncio de los últimos recortes, Alberto Garzón recordaba en un tweet algunas de las perlas que, hasta el momento, ha llegado a oír en el Congreso.
Obviando el tradicional insulto que parte de la natural confusión de aquellos que se empeñan en proyectar sus particulares experiencias individuales a otras personas, resulta curiosa la creciente moda de aconsejar el exilio voluntario a Cuba o a Venezuela a aquellas personas con quienes no comparten ideas.

Aunque habitualmente no merece la pena prestar atención a tales incitaciones a viajar, pues no dejan de ser muestras de la obvia falta de recursos intelectuales de quienes creen tener la razón por decreto, hay que reconocer que quizás la mejor respuesta a tal provocación sea la dada por los Chikos del Maíz en su canción "Cultura y compromiso":

[...]
Latinoamérica esta creando escuela, 
ellos dirán por qué no marchas a Venezuela. 
Es por que tengo una mujer con la que envejecer, 
y una familia y unos amigos que otros ya quisieran. 
Que las batallas no se ganan desde fuera amigo, 
si cambio España será participé, no testigo.
[...]

Por desgracia, no es nueva la tendencia de ciertos sectores de pensamiento, donde la diversidad de opiniones es solamente válida cuando la suya es mayoritaria, a rehuir al sentido común y la autocrítica. En cuanto sienten amenazados sus dogmas, atacan implacablemente desde sus posiciones de privilegio, resultantes de tener a su favor todo el establishment mediático, una poderosa máquina diseñada para el adoctrinamiento de la población con dañinas falacias y medias verdades desde la que construyen un pensamiento único, acrítico y homogéneo, al servicio de los grandes poderes. Así, las voces de aquellos que ponen en duda las mentiras del pensamiento único son contempladas como amenazas a las que neutralizar, aunque sea a base de decir gilipolleces como el consabido "vete a Cuba".

[...]
Y es que la lucha sigue y hará falta un líder, 
que al pueblo guíe hacía el verdadero enemigo. 
Y ellos ya verán, que como a Fidel la historia a mi me absolverá, 
porque me mantuve en pie y ya no me moverán, 
ni con un tiro en la sien mi lengua callarán. 
A ver si comprenden ya que la voz no se encierra 
entre barrotes queda ausente ni ya bajo tierra, 
que es el arma mas peligrosa y perra que tiene el pueblo. 
[...]



jueves, 12 de julio de 2012

El arte de gobernar dando pena

Cada nuevo anuncio de recortes al cada vez más famélico Estado del Bienestar en España va inexorablemente acompañado de lastimosas disculpas del tipo "no queríamos, pero no quedaba más remedio que hacerlo". La realidad, que ha de ser comprendida por la población, es que todas estas medidas agresivas hacia la ciudadanía tienen un fuerte trasfondo ideológico, y por tanto son evitables y reversibles.

Mariano Rajoy se ha superado a sí mismo en su lamentable juego de opacidad hacia la ciudadanía, dobles sentidos y falsas promesas[1]. En un nuevo ejercicio de servilismo hacia los grandes poderes económicos, el lánguido Estado del Bienestar sufre un nuevo revés por parte del Gobierno. El esperpento alcanzó su cenit en el Congreso durante los aplausos de todo el Grupo Popular que, de aquel modo tan sonoro, arropaba a su presidente[2].

No busca este artículo criticar a la figura de Rajoy por unas decisiones que no dejan de ser completamente coherentes con el dogma que profesa. Ni siquiera se trata de abundar en las posibles maldades de tal o cual grupo político, pues todo sigue, como es de esperar, un guión perfectamente escrito por los ideólogos neoliberales que rigen el destino de Europa; un guión lejos de conspiraciones, tan sólo consecuente con la más peligrosa ideología basada en la explotación del hombre por el hombre. Es decir, del pobre por el rico. La razón de ser de estos modestos párrafos es lamentar el lloriqueo, el teatrillo barato, la obscena hipocresía que subyacen tras la justificación de cada recorte, de cada ataque a la población en forma de decreto.

Dar pena es, muy posiblemente, el peor y más lamentable modo de justificar los actos propios. En tiempos como los que nos toca vivir, donde el significado del término crisis abarca más allá de lo financiero y alcanza a lo ético, bien se hubiera agradecido la valentía de decir las cosas por su nombre, con firmeza y sinceridad. A estas alturas, casi es preferible que nuestros gobernantes reconozcan su dependencia de terceros, que España se ha convertido en un protectorado de Alemania o, hablando con más propiedad, de la banca privada alemana. Ha de quedar bien claro, aunque eso no lo cuente la prensa tradicional, que todas las medidas impuestas por "los socios europeos", quienes "esperan la máxima disciplina"[3], tienen como fin último asegurar la devolución de la deuda contraída por el Estado español -y sus respectivos intereses- a los bancos europeos que la financian[4]. No en vano, cuando el Presidente afirma que hace "lo único que conduce a la recuperación y es el que tenemos la obligación de seguir, y el que vamos a recorrer sin vacilaciones"[5], bien haría en mirarse en el espejo de Grecia, cuyos sucesivos gobiernos han seguido el mismo camino de recortes que hoy empobrecen a la ciudadanía española. Un estado que, por cierto, comparte con España el tutelaje económico de Europa[6]. El lastimoso modo de anunciar los últimos recortes contrasta, sin embargo, con la triunfalista afirmación de Rajoy de haber cumplido la mitad de las medidas anunciadas durante su discurso de investidura[7], punta de un iceberg de la cadena de agresiones que llevamos sufriendo y las que nos esperan, todas parte de la hoja de ruta fijada por la FAES[8], el think-tank al servicio de los grandes poderes españoles y europeos. 

No es necesario que, a estas alturas, venga nadie a llorar a la ciudadanía para recordar que "las medidas anunciadas no son agradables (...) pero sí son imprescindibles"[9]. Resulta cansino el recurrente paternalismo agrio con el que, cada vez que tiene ocasión, se nos reprocha que todo se hace por nuestro bien. La imagen de abnegados gobernantes que se parten la cara por nosotros, que hacen "lo único que se puede hacer para salir de esta postración"[10], dista mucho de la realidad en la que nuestra cara -la de los ciudadanos- es destrozada con tal de satisfacer a grandes banqueros y empresarios[11], según siempre la línea trazada por su dogma ideológico.

Por eso mismo, ya de perdidos al río, se agradecería una declaración de nuestros mandatarios a la altura de su fidelidad al libre mercado en la que nos reconociesen que su leiv motiv es el capitalismo per se. En vez de escudarse en que "gracias a esos sacrificios individuales, podremos salvar lo que compartimos"[12], mejor sería que explicasen que toda esta crisis no es más que un montaje, un fraude que les está sirviendo para demostrar lo eficientísimos capataces que son. Capataces al servicio de amos que controlan bancos y corporaciones, enemigos estos últimos de la democracia cuando ésta implica límites a su poder.

A la proclama de que seamos "una Nación dispuesta a sacrificarse para conquistar un futuro mejor"[13] habría que preguntar, ¿un futuro mejor para quiénes?: ¿para los hijos de los trabajadores que no podrán ir a la universidad?, ¿para los millones de jóvenes que han de hacer sus maletas y abandonar su tierra para encontrar el futuro que aquí se les niega?, ¿para quienes estamos condenados a jubilarnos de ancianos, sin duda mucho después de cumplir los 67 años?[14] No hay futuro dentro de un modelo económico que se nutre del esfuerzo de las personas, a quienes reducen a números, a carne, o -como está ahora de moda decir- a recursos.

El futuro no puede estar en manos de quienes salvan bancos privados con fondos públicos, ni puede estar basado en recortar derechos y prestaciones a los ciudadanos mientras a los ricos se les premia con amnistías fiscales. Por mucho que nuestros gobernantes juren y perjuren que no hay alternativas, la realidad demuestra que sí las hay, pero se encuentran fuera del dogma ideológico abrazado tanto por el Gobierno actual como los anteriores. El camino hacia una barbarie social está trazado, una ruta cuyo destino es la condena a los españoles a convertirse en súbditos sin derechos. Un camino basado en una ideología contraria a la población trabajadora, del que no se podrá salir hasta que la sociedad tome conciencia de esta grave situación y actúe en consecuencia. Aún hay esperanza.


[1] "Rajoy: 'chuches', mentiras y cintas de vídeo". La Información, 12 de julio de 2012.
[2] "Los nuevos ajustes de Rajoy y los aplausos del PP exaltan a la oposición". Heraldo de Aragón, 11 de julio de 2012.
[3] "Rajoy sube el IVA, quita una extra a los empleados públicos y recorta la prestación del paro". RTVE Noticias, 11 de julio de 2012.
[4] Vicenç Navarro: "El por qué de los recortes". Público, 12 de julio de 2012.
[5] "Diez frases de un Rajoy más “franco” que nunca". La Información, 12 de julio de 2012.
[6] "La UE impone al Gobierno un supervisor para los Presupuestos". Público, 10 de julio de 2012.
[7] "El Gobierno ve cumplido el 50 por ciento de las promesas de la investidura". Las Provincias, 9 de julio de 2012.
[8] "Aznar pone FAES al servicio de Rajoy para ‘vender’ su agenda de reformas". El Confidencial, 21 de junio de 2012.
[9] "Diez frases de un Rajoy más “franco” que nunca". Op. cit.
[10] Ibid.
[11] "La patronal critica la subida del IVA pero respalda los recortes de Rajoy". Madrid2 Noticias, 12 de julio de 2012.
[12] "Diez frases de un Rajoy más “franco” que nunca". Op. cit.
[13] Ibid.
[14] "El Gobierno prepara una rebaja de las pensiones para compensar el aumento del déficit de la Seguridad Social". Vozpópuli, 12 de julio de 2012.

lunes, 9 de julio de 2012

El rotundo mensaje del Gobierno a toda la clase trabajadora

La ruptura unilateral, por parte del Gobierno, del acuerdo por el que el sector del carbón recibiría ayudas del Estado hasta el 2018 representa, no sólo una agresión a los mineros del norte de España, sino un aviso para el resto de la clase trabajadora, a la que se envía un mensaje de inflexibilidad ante los planes de destrucción de lo poco que queda del Estado del Bienestar.

El asunto de los recortes en las ayudas a la minería del carbón en el norte de España no es algo casual ni anecdótico. Se trata de una declaración de intenciones en toda regla del Gobierno para toda la ciudadanía, un mensaje de dureza e inflexibilidad en su decisión de destruir los pocos restos que aún perduran del Estado del Bienestar. Una situación perfectamente aprovechada por los tecnócratas de la Moncloa -al servicio de la oligarquía bancaria y corporativa europea- para explicar con hechos que no importa cuántas protestas se hagan ni la magnitud de aquéllas: la clase trabajadora tendrá que aceptar las medidas que el Gobierno dedica para satisfacer a los dioses mercados.

Los mineros del carbón son las grandes víctimas propiciatorias del sistema ideológico dominante, el brutal neoliberalismo, según el cual todo lo público representa un gasto prescindible y los trabajadores son simples números. De este modo, no importa romper unilateralmente acuerdos en vigor, como el existente de las ayudas a la minería del carbón[1], aunque aquello implique destruir el presente y futuro de comarcas enteras. Las consecuentes movilizaciones de las poblaciones de las zonas afectadas han sido respondidas, por parte del Gobierno, con una cruda represión que, una vez más, evoca a grises épocas pasadas.

Los enfrentamientos entre mineros y fuerzas del estado se suceden a diario, recrudeciéndose después de cada intento de negociación frustrado. La técnica es tan simple como provocar la reacción de estos trabajadores a base de decir "no" a todas sus reclamaciones[2]. Luego tan sólo hay que enviar furgones y helicópteros policiales para reprimir las protestas[3]. En situaciones pasadas, los cortes de carreteras y de vías férreas eran un elemento suficiente de presión para una negociación en la que finalmente se alcanzaba algún tipo de acuerdo que permitiría, una vez más, la supervivencia de la actividad económica en la zona.

Sin embargo, la cruda respuesta por parte de las autoridades al conflicto minero parece indicar que, en esta ocasión, no existe voluntad a priori de una resolución negociada del asunto. La literal invasión del casco urbano de Ciñera por la Guardia Civil, cuyos agentes iban, según los vecinos, "golpeando las puertas de las viviendas y apuntando a todo aquel que se les cruzara"[4] es un lamentable indicativo de las intenciones reales que quienes ordenan tales operativos. El posible uso de inhibidores de frecuencia, para evitar comunicaciones con teléfonos móviles[5], recuerda a las tácticas de contraguerrilla urbana de las tropas americanas en Irak. La utilización de bolas de goma por doquier, botes de humo e incluso  ilegales defensas extensibles[6] convirtieron la pequeña localidad minera en un campo de batalla que más tarde se repetiría en Pola de Lena, donde ciudadanos -niños incluidos- fueron indiscriminadamente gaseados con botes de humo[7], por no hablar de la niña de cinco años que sufriría un traumatismo facial severo por culpa de un bolazo de goma[8].

Mientras tanto, el establishment mediático continúa su muestra de profunda complicidad con los grandes poderes, recordando al público las maldades de los mineros al cortar las carreteras o repetir hasta la saciedad imágenes de unos pocos lanzando cohetes caseros o piedras a los antidisturbios. Como bien dicen estos trabajadores: "somos mineros, no terroristas"[9]. Efectivamente, se trata de padres de familia abocados a una profesión que devora sus pulmones, que los condena a acortar sus vidas con tal de asegurar un futuro a sus hijos e hijas, razón por la cual salen a luchar a las calles.

Por ese motivo, es lastimoso oír las críticas de algunos trabajadores hacia sus compañeros de clase, los mineros, a quienes señalan de "privilegiados" por recibir a cambio de su trabajo un sueldo más o menos digno. El "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" se adapta a un "son unos privilegiados por haber tenido aquellas ayudas", olvidando que las cifras de las subvenciones a la minería del carbón son ínfimas en comparación a las recientes ayudas a la banca española. Pero claro, resulta más cómodo -y menos comprometido- señalar al trabajador que al poderoso.

La única esperanza para un cambio de la situación de la minería pasa por el éxito de la "marcha negra" en su llegada a Madrid. Sin embargo, este resultado depende de la solidaridad de toda la clase trabajadora, no sólo el día 11 de julio, sino los sucesivos de una larga lucha. Vista la situación que se presenta, con más y mayores amenazadas de recortes[10], si el Gobierno consigue finalmente doblegar al sector minero, el futuro que se presenta a la clase trabajadora será infinitamente más negro que el carbón.


[1] "Industria pone en marcha las ayudas al carbón tras un año de conflicto". El País, 6 de febrero de 2011.
[2] "Soria no da su brazo a torcer frente a los mineros". Público, 2 de julio de 2012.
[3] "Soria 'enciende la dinamita' que estalla en Ciñera". LeoNoticias, 4 de julio de 2012.
[4] "La batalla de Ciñera". El Diario, 4 de julio de 2012.
[5] "La policía española toma un pueblo de León “a la caza” de mineros". LibreRed, 4 de julio de 2012.
[6] "Creyó que era la guerra". Diario de León, 20 de junio de 2012.
[7] "El Telediario de TVE1 omite la pelota de goma de antidisturbios que provocó traumatismo facial severo a una niña de cinco años". Tercera Información, 6 de julio de 2012.
[8] "Los mineros cumplen 40 días de huelga indefinida". Público, 6 de julio de 2012.
[9] "DÍA 13: Los mineros llegan a Arévalo al grito de 'Somos mineros, no terroristas'". RTVCYL, 4 de julio de 2012.
[10] "Rajoy pide “pisar el acelerador” con más recortes en el Estado y las autonomías". El País, 2 de julio de 2012.

lunes, 2 de julio de 2012

Campeones de Europa en fútbol y en desempleo

La victoria de la selección española de fútbol en la Eurocopa ante Italia nos vuelve a mostrar la imagen de cientos de miles de personas invadiendo las calles para celebrar el acontecimiento. Desgraciadamente, el compromiso de movilización de una gran parte de los ciudadanos se reduce a este tipo de eventos. Es urgente el despertar de una conciencia de clase que desemboque en movilizaciones consecuentes con los grandes ataques -en forma de recortes- que el pueblo lleva sufriendo en los últimos años.

Es de justicia reconocer el mérito de la selección española de fútbol al alcanzar su tercer trofeo internacional consecutivo, inequívoca prueba de su magnífica calidad de juego en este deporte. Sin embargo, una vez congratulados por esta nueva victoria, es necesario volver a poner los pies en el suelo para tomar conciencia de la grave situación que, en lo social y en lo económico, se está viviendo en España.

Desde la perspectiva de la situación actual, la victoria de la selección, como todo en esta vida, tiene sus luces y sus sombras. En lo positivo hay que admitir la inyección de moral que, para muchas personas necesitadas de buenas noticias, puede haber supuesto este victoria: ha de ser duro despertarse cada mañana ante la incertidumbre del desempleo, vivir cada día bajo la continua amenaza de que el presente sea el último día de trabajo -por tanto de ingresos- para cualquier padre o madre de familia. Todos nos merecemos alguna alegría en la vida, por muy intrascendente que sea. No obstante, el agradable sentimiento de euforia colectiva, de la que pudimos participar la noche de la final de la Eurocopa, no es más que un efímero parche de felicidad inducida por los medios con similar dosificación que las tabletas de soma de aquel mundo feliz al que se refería Aldous Huxley.

Desgraciadamente, el día después de la gran final sólo se habla del partido, de la gran hazaña patriotera, de los cuatro goles. Por unos días, la misteriosa prima de riesgo ya no es una amenaza para el ciudadano de a pie, como tampoco se dice nada del nuevo medicamentazo[1], ni siquiera ha sido noticia que importantes extensiones de los bosques de Valencia se hayan consumido por incendios muy posiblemente evitables de no haberse realizado recortes en prevención contraincendios en aquella comunidad[2][3].

Es la gran contradicción de las clases dominadas a lo largo de la historia, que demuestran su capacidad de movilización, su fuerza y determinación de invadir las calles, de mostrar públicamente sus sentimientos, siempre que se trata de festejar lo intrascendente. Por que, no nos engañemos, por mucha propaganda acerca de que la victoria española pueda beneficiar al PIB español[4], con éste ya son seis años seguidos de victorias en eventos deportivos -con un mundial incluido- y, sin embargo, España acaba de ser expulsada del club de los "cuatro grandes" del Banco Central Europeo[5].

El panorama es desolador para una clase trabajadora que comprueba cada viernes anuncios de nuevos recortes. el proceso es tan sencillo como explicar que las cosas no van tan bien como se esperaba[6], para luego aplicar un nuevo zarpazo al poco bienestar del que aún disfruta la ciudadanía. El espejo donde mirarnos sigue en Grecia, donde los salarios se han reducido, en promedio, a la mitad desde el año 2009[7]. ¿Acaso nadie se ha parado a pensar que las decisiones políticas desde la crisis se han reducido al anuncio de recortes, ajustes y demás eufemismos para perjuicio de los trabajadores?[8]

En honor a la verdad, la población ha demostrado una tímida reacción a las políticas de recortes. Las movilizaciones del 15M ha sido el mejor ejemplo, que incluso ha sido vista con buenos ojos por una gran parte de la población que, de momento, prefiere movilizarse sólo para celebrar campeonatos de fútbol. Sin embargo, las actuales movilizaciones distan mucho de reflejar el drama social que se respira en España. Es lastimoso observar a desempleados vistiendo la camiseta roja, bañándose en alguna fuente en su pueblo o ciudad, incapaces, sin embargo, de salir a la calle a manifestarse para exigir su derecho al trabajo. Pero claro, salir a la calle para exigir derechos no está tan bien visto como hacerlo con la cara pintada de rojo y amarillo. Es cuestión de riesgo, de rebeldía, de amor propio.

He ahí la sombra del fútbol, convertido en elemento de control de multitudes, cuyos ánimos son dirigidos en función de los éxitos de sus equipos; instrumento deshumanizador, que reduce a la ciudadanía a masa informe, feliz o triste porque lo dicta el resultado de un juego. Acorde a los más atávicos sentimientos, tanto celebramos victorias como lloramos derrotas intrascendentes para nuestras vidas, mientras nuestros destinos recaen en manos de los mismos poderosos con quienes nos felicitamos de la fortuna de ser "español, español, español".


[1] "Farmacéuticos aseguran que el 'medicamentazo' puede "dañar" a los ciudadanos". EuropaPress, 29 de junio de 2012.
[2] "Arde en verano lo que no se 'apagó' en el invierno". Público, 2 de julio de 2012.
[3] "Un bombero carga en Canal 9 contra la falta de medios de prevención contra el fuego". El Mercantil Valenciano, 1 de julio de 2012.
[4] "Krugman cree que la Eurocopa hará que los españoles gasten más". Público, 2 de julio de 2012.
[5] "La mala racha económica pasa factura: España, expulsada del club de los '4 grandes' del BCE".  Diario Crítico, 28 de junio de 2012.
[6] "De Guindos avisa de que la recesión se agrava y sugiere más sacrificios". Público, 1 de julio de 2012.
[7] "Los salarios en Grecia se han reducido a la mitad desde 2009 debido a los recortes". El Economista, 2 de julio de 2012.
[8] "La crisis es una manera de gobernar(nos)". Radio Klara, 13 de junio de 2012.