domingo, 26 de agosto de 2012

Falacia: "subir los impuestos a los ricos los llevaría a reducir sus inversiones en la creación de empleo"

Una discurso ampliamente aceptado se basa en la creencia de que una subida de impuestos a los ricos les desincentivaría en la inversión de capital para la creación de nuevo empleo. La realidad muestra que no hay prueba empírica que lo sostenga cuando, al contrario, el uso habitual que los poderosos dan a sus excedentes monetarios va orientado hacia la especulación.

Como bien es sabido, una importante fuente de financiación para cualquier estado son los impuestos. Los estados tienen la facultad de exigir a los ciudadanos y sociedades que aporten los recursos económicos necesarios que, entre otras cosas, permitirán satisfacer muchas de las necesidades comunes. La mayor parte de los estados modernos, incluido el español, contemplan el principio de progresividad en sus impuestos, de manera que quienes más capital posean más tendrán que pagar, consiguiéndose así un mínimo efecto redistributivo de las rentas que, sobre el papel, permita evitar que la brecha entre las clases pudientes y las más modestas se haga insalvable.

No obstante, la cantidad económica aportada por los más pudientes dista mucho de cumplir un principio de progresividad. En las últimas décadas los impuestos de aquéllos no ha hecho más que decrecer en todo Occidente. Por ejemplo, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta los años 80, los más ricos llegaban a pagar, en el caso de los Estados Unidos, el 70% en impuestos, porcentaje que sí respondería realmente al principio de progresividad fiscal. Con la hegemonía del dogma neoliberal, éstos fueron reduciéndose hasta cantidades alrededor del 18%[1].

En una época en la que la principal directriz política es la reducción del déficit público, los estados necesitan financiarse con urgencia por lo que la lógica indica que sería muy recomendable retomar las políticas fiscales de la posguerra. Sin embargo, muchas voces advierten de la inconveniencia de subir los impuestos a las grandes fortunas. El motivo esgrimido para no recomendar tal reforma fiscal es que, en tal caso, los ricos se verían con menos dinero para invertir en la creación de empleo e, incluso, decidirían marcharse a invertir su capital a otros lugares con mejores condiciones fiscales.

Tal argumento, completamente falaz, ha calado hondo en la sabiduría popular y es plenamente aceptado por parte de las clases más humildes. La simple sugerencia de subir los impuestos a los más ricos se plantea, desde los medios de comunicación, como una penalización a los productores de riqueza y puestos de trabajo pues, aumentar los impuestos a las personas con mayores rentas, les desincentiva a ahorrar y, según aquéllos, es "la inversión productiva de tal ahorro una inversión productiva que crea empleo"[2].

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en economía no basta con la intuición, pues ésta puede ser fácilmente adulterada con información sesgada -o manipulada- desde fuentes interesadas. Obviamente, los grandes medios de comunicación pertenecen a gente con poco interés en que les suban sus impuestos. Históricamente no hay evidencias que avalen el argumento en contra de la subida de impuestos a los ricos[3].

De hecho, los ricos dedican parte de su capital, directa o indirectamente, a especular contra la deuda pública. No se puede, en ningún momento, olvidar que los mercados tienen nombres y apellidos. Esta especulación la realizan de un modo muy simple: depositan e invierten sus excedentes en los bancos, los mismos que luego prestan al Estado a precios desorbitados. No hace mucho, el Wall Street Journal indicaba que la política de grandes recortes de impuestos aprobada por la administración Bush "condujo al peor periodo de creación de empleo en la reciente historia del país"[4].

Hay estudios que indican que sólo entre el 1 y el 2% de los ahorros de las grandes fortunas se dedican a la creación de empresas que puedan producir empleo. El resto se gasta "en compra y venta de propiedad inmobiliaria, en bonos del Estado, en cuentas personales y en otras actividades de uso personal o actividad especulativa"[5], además de actividades de cabildeo y propaganda, estas últimas para que la ciudadanía se mantenga convencida de que "no hay alternativa".

Por otro lado, la fuga de capital y de inversiones se ha ido acentuando en los últimos años, aún cuando los impuestos a los más ricos son realmente bajos. De esto modo, la amenaza de las grandes fortunas de marcharse a otros lugares con sus inversiones dejó de serlo desde el momento en que la cumplieron. Bien es sabido que El Dorado de los poderosos es cualquier lugar con impuestos reducidos y costes laborales insignificantes, condicionantes que, por otra parte, se han encargado de imponen a los últimos gobiernos.

Mención aparte de la lucha contra los paraísos fiscales en el extranjero, o sus sucedáneos fronteras adentro -impuestos de sociedades, SICAVs, etc.-, la alternativa a los recortes pasa por cumplir a rajatabla el artículo 31 de la Constitución Española, aplicando realmente el principio de progresividad por el que los ricos paguen impuestos a unos niveles razonablemente altos. Con los ingresos resultantes sin duda habría liquidez para que el Estado pudiera invertir directamente en la generación de empleo público, un motor necesario para la creación de puestos de trabajo.


[1] "Los ricos y la deuda pública". Público, 2 de junio de 2011.
[2] "Cómo se comportan y cómo son los súper ricos", Público, 31 de julio de 2012.
[3] Ibid.
[4] Ibid.
[5] Ibid.

9 comentarios :

  1. La mayor parte de los estados modernos, incluido el español, contemplan el principio de progresividad en sus impuestos,

    Me equivoco si pienso que una característica de las socialdemocracias nórdicas es su mucha menos progresividad en los impuestos, y un cargar estos sobre el consumo y la propiedad, y no sobre las personas y las sociedades? Los consideras "estados antiguos".

    Por otra parte, para partir de la base de que no basta con la intuición, no parece que presentes muchos números. ¿Cuántos ricos, qué porcentaje, y cuánto vas a conseguir?

    También tienes una parajoda curiosa. De hecho, los ricos dedican parte de su capital, directa o indirectamente, a especular contra la deuda pública. No se puede, en ningún momento, olvidar que los mercados tienen nombres y apellidos. Esta especulación la realizan de un modo muy simple: depositan e invierten sus excedentes en los bancos, los mismos que luego prestan al Estado a precios desorbitados.

    ¿Y cómo tendrían que hacer para especular "a favor" de la deuda pública? No sé, imagina que fueras rico. Y de paso te anuncio algo que no pareces saber; que no todos los ricos nacen ricos, ni mueren ricos. E imagina que te quitan cada vez más de lo que ganas. ¿Qué piensas, que cada vez te vas a interesar más por generar dinero (trabajando, invertiendo), o cada vez menos? Hay cosas para las que la intuición sí parece que basta.

    La deslocalización. Los impuestos no son el único motivo para la deslocalización. Es evidente, pero ni se te ocurre pensarlo. No sé, parece de traca.

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    1. Hay numerosos textos de Vicenç Navarro donde usted puede encontrar los datos que dice echar en falta. Por ejemplo, en "Cómo se comportan y cómo son los súper ricos" -que uso como fuente para este artículo- encontrará que en España "un rico (el 1% de renta superior) paga en impuestos un 20% de lo que paga su homólogo en Suecia". Como puede ver, la progresividad es más acusada en el país escandinavo.

      Respecto a la cuestión de especular contra la deuda pública, vuelvo a citar a Vicenç Navarro ("Los ricos y la deuda pública"): "Los ricos son muy pocos en cualquier país, pero tienen un enorme poder. Y un indicador de este poder es lo que está pasando con la deuda pública tanto en EEUU como en la Unión Europea, incluyendo España. Su influencia sobre el Estado de tales países implica que sus impuestos han ido descendiendo durante los últimos 30 años (en España durante los últimos 15) de una manera muy notable, haciéndose cada vez más ricos. Esta gran reducción de ingresos a los estados ha significado que estos han tenido que endeudarse, pidiendo préstamos a los bancos donde los ricos depositan e invierten su dinero. O sea que los ricos, en lugar de pagar al Estado (en impuestos), le prestan el dinero que han ahorrado al evitar pagar impuestos al Estado, el cual les tiene que pagar unos intereses. El sistema es perfecto para los ricos (y para los bancos donde los ricos depositan su dinero), transfiriendo así una gran cantidad de fondos del sector público a los ricos y a sus bancos".

      Respecto a su último comentario sobre la deslocalización, celebro que compartamos puntos de vista. Bien dice usted que "Los impuestos no son el único motivo para la deslocalización", lo que coincide con lo que escribí en este artículo: "la deslocalización de las empresas se ha ido acentuando en los últimos años, aún cuando los impuestos a los más ricos son realmente bajos". Efectivamente, no tiene sentido alguno alarmar a la sociedad con la posibilidad de que los ricos se lleven sus empresas porque aquí se les cobre más impuestos. Hay motivos más profundos para la deslocalización como, por ejemplo, la búsqueda de condiciones laborales menos beneficiosas para los asalariados.

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    2. Que te hayas hecho rico (nuevo rico) no te hace meritorio de esa riqueza. Pues la gran mayoría de veces, esa riqueza se ha conseguido a base de explotar y empobrecer a grandes sectores de la población. Esa riqueza obtenida debería haber sido repartida de corma coherente como beneficio a toda la empresa, pues ni tu puedes hacer nada sin la mano de obra ni la mano de obra sin tus medios. Es más la mano de obra, con mas tiempo laboral y esfuerzo sin tus medios podría hacer lo que haces tú, dejando aclarada cual es la parte prescindible de esta relación.

      Quitando eso como bien dices, el problema no son las condiciones fiscales y laborales de aquí, sino las de fuera. De poco sirve rebajar/subir impuestos/salarios aquí cuando en otros sitios ocultas tu patrimonio y tienes mano de obra barata. Y tampoco es plan de echarle la culpa al estado en concreto, que la tiene. Pero más culpa tiene el empresario, ya que si tuviese un mínimo de ética, de respeto al projimo no esclavizaría a gente y evadiría impuestos en base a su propio beneficio. Mientas la gente siga comprando por ejemplo en lugares como Zara, que los pocos tratados contra la esclavitud que firma no cumpla (lease Sandblasting) o lean esto http://diagonalperiodico.net/Zara-queda-fuera-de-un-pacto.html
      .

      Mientras nuestro estado no de ordenes de no comerciar contra los países que fomentan la esclavitud así nos veremos. Y para mí tu comentario no es nada mas que una justificación rastrera de la expropiación de la dignidad humana, de la destruccion de la unidad como inviduos semejantes e iguales en derecho.

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    3. Julio Anguita: "honradamente nadie se hace multimillonario"

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  2. Menuda tontería. Claro que todos los ricos nacen ricos y mueren ricos. Las mayores fortunas vienen por herencia. Para muestra, mira las familias que poseen el control del IBEX 35, a ver cuántas se han hecho ricas en la última década y cuántas son ricas desde nacimiento.

    Por supuesto hay quien aprovecha pelotazos como la burbuja inmobiliaria, y quien se hace rico con su trabajo como Bill Gates, pero esos casos son anedóticos.

    Respecto al tema del post, una persona invierte en un negocio cuando el beneficio compensa el riesgo y los gastos. Los impuestos harán que el beneficio sea mejor, pero si sigue compensando invertirá.

    Te voy a poner un claro ejemplo real: mi casera tiene unos 70 estudios/apartamentos en alquiler que le reportan unos 40.000 euros al mes. Si le suben un 5% los impuestos seguirá alquilando, porque siempre le va a compensar más que tener cerrados los pisos. Eso mismo aplícalo a fábricas, latifundios,...
    Si tienes una fábrica y al subirte los impuestos no le compensa el beneficio, le basta con echar a los empleados de mejores sueldos y meter jóvenes con contrato basura. Si incluso así no le compensa y cierra, no importa, pues otra fábrica producirá para la demanda desatendida

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  3. Si es una empresa extranjera y le ponen condiciones demasiado duras, se la lleva a otro pais. No es que no crea más empleos, es que destruye

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  4. el problema de todo esto es que en efecto, una subida de impuestos hará que se lleven su dinero a otra parte. o se aplica la medida en todo el mundo, lo cual es imposible, o no serviría de nada.

    también, una subida demasiado excesiva desincentiva a quien no es rico a trabajar más o esforzarse más puesto que no va a ganar más por ese esfuerzo adicional

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  5. El comentario inicial demuestra cual es la filosofía de la mayoría de los empresarios en España. No consiste en generar riqueza, empleo y con ello, conseguir un beneficio para sí mismos, no, consiste en ganar la mayor cantidad de dinero posible, sin tener escrúpulos de dónde y cómo se invierte el dinero, especulando si es necesario y por supuesto, protestando porque tienen que pagar impuestos que reviertan en el bien de la sociedad, siendo ésta la que hace posible que su empresa exista.

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