lunes, 31 de diciembre de 2012

El año de los grandes "patriotas"

Si ha de escribirse un ranking de los grandes "patriotas" del 2012, ahí tendrían que estar Depardieu y Calatrava. Representantes respectivamente del cine francés o de la "marca España" que insolidariamente se marchan, sin embargo, a otros países en los que pagan menos impuestos.

Los últimos días de cada año se prodigan en estadísticas de todo tipo a modo de resumen de lo acontecido en los últimos doce meses. Como tales, suelen presentarse como un producto de consumo más, con escaso sentido crítico por gran parte de quienes reciben tal información. Sin embargo, no nos podemos olvidar de que 2012 ha sido un año de récords en cuanto a desempleo en España y reducción de derechos en casi toda Europa. A pesar de los cambios de gobierno en varios estados europeos, la crisis se mantiene en el mismo estado en el que comenzó el año[1]. Las esperanzas puestas en Hollande se desvanecieron para muchos antes del otoño al comprobarse que de poco sirvió la caducidad del tándem Merkel-Sarkozy. Quizás la razón sea que, independientemente de quienes ostenten el cetro francés o alemán, el poder real está en manos de la banca privada y las multinacionales.

Volviendo al asunto de las estadísticas de fin de año, se echa en falta una en particular que mida el nivel de patriotismo de los personajes públicos europeos. Sin duda alguna, a partir de su capacidad mediática, el listado de grandes patriotas quedaría encabezado por el español Calatrava y el francés Depardieu.

No es broma. Ambos guardan en común una serie de cualidades que los convierten en los mejores candidatos para encabezar la lista de los mayores patriotas europeos. Ambos son los más afamados representantes nacionales en sus respectivas profesiones. Aclamado en su tierra y en Hollywood, lo cierto es que Depardieu es el más afamado actor francés. Calatrava, por su parte, es el arquitecto estrella del momento tras ser nombrado embajador de la "marca España"[2].

La llegada de Hollande al Gobierno francés implicaba el cumplimiento de una promesa electoral que, a pesar de su caracter solidario, se encontraría con la oposición de algunas de las grandes fortunas francesas. Hollande se comprometió a aumentar los impuestos a los que más tienen hasta un 75% de sus rentas[3], recibiendo por ello el ayopo de una gran parte de la población. La reacción de Depardieu consistió en seguir el camino de algunas acaudaladas familias francesas, también muy patriotas ellas -como la familia Mulliez (Auchan) o Arnault (LVHM)-[4], hacia Bélgica, donde los impuestos son menores. Curiosamente, sin haberse registrado subidas de impuestos especialmente elevadas en España, Calatrava hizo lo propio marchándose a Suiza[5].

Según la RAE, un patriota es aquella persona "que tiene amor a su patria y procura todo su bien". Poco amor a su patria demuestran estos ciudadanos instalados en la abundancia manchándose en el momento en el que es lógico que les exija un mayor esfuerzo y compromiso. Máxime cuando, en el caso de Francia, el proteccionismo a su industria cultural es altísimo, al igual que las subvenciones que el Estado francés destina a su cine. ¿Hubiera llegado Depardieu tan alto, a pesar de su talento, de haber nacido en otro lugar de Europa? Por su parte, Calatrava puede presumir de haber construido un buen número de obras financiadas con dinero público. Es decir, abonadas con los impuestos que él ahora prefiere pagar en otro lugar.

Pocas palabras bastan para describir la insolidaridad de estas personas que olvidaron lo mucho que recibieron del mismo lugar al que ahora se oponen a aportar. Para aquéllos seguramente sea más patriótico -de cara a la galería- realizar alguna donación voluntaria a alguna organización caritativa que cumplir con sus responsabilidades con Hacienda, pero no podemos olvidar que en un lugar donde los ricos pagasen impuestos que realmente cumpliesen el principio de progresividad no sería necesaria caridad alguna.

Mientras tanto, el Consejo Constitucional francés acaba de tumbar el impuesto del 75% a los más ricos[6], confirmando que el interés general -el de la ciudadanía que dio su apoyo a tal reforma- queda supeditado al de los grandes poderes. Quizás vaya siendo hora de que el pueblo francés vuelva a salir a las calles a reclamar justicia social: tiene todo el 2013 por delante.


[1] "Merkel augura un 2013 "complicado"". Público, 31 de diciembre de 2012.
[2] Vid. BOE del 10 de diciembre de 2012.
[3] "Hollande: Renegociación del pacto fiscal e impuestos de hasta el 75%". El País, 20 de abril de 2012.
[4] "Insultos para el multimillonario francés que quiere ser belga". Clarín, 11 de septiembre de 2012.
[5] "Millonarios en fuga: Depardieu se va de Francia y Calatrava deja España para evitar los impuestos". Clarín, 13 de diciembre de 2012.
[6] Hollande se queda sin tasa para los ricos". El País, 29 de diciembre de 2012.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Hoy día de los inocentes: no te olvides de Alfon

Mensaje en apoyo de Alfon, convertido a la fuerza en icono de la lucha de clases. Con los mejores deseos para su familia y amigos.

Parece mentira que cosas como éstas puedan estar ocurriendo en pleno siglo XXI. ¿No nos habían contado que aquellas historias sobre detenciones arbitrarias, presos políticos y oscuras represalias habían quedado atrás después de aquella ejemplar transición?

El asunto de Alfon hace pensar que quizás todo ha sido un gran engaño, una descomunal obra teatral de la que todos fuimos partícipes al mirar hacia otro lado, olvidando que las conquistas sociales se llevan a cabo -y se defienden- activamente en las calles, mediante la movilización pacífica, y no pasivamente desde el sofá mientras creemos todo lo que la televisión nos quiere contar.

Hasta que fue demasiado tarde y bruscamente comprobamos que a los trabajadores no nos queda más que el recuerdo de un espejismo en que el nos creímos ricos. Pero a diferencia de aquéllos -quienes a pesar de la crisis siguen enriqueciéndose[1]- de repente nos vimos sin los derechos más esenciales, injustamente arrastrados a aquellas grises épocas pasadas.

Como era de esperar, muchas personas tímidamente comenzaron a tomar conciencia de la gravedad de la situación que se iba presentando. No dudaron en salir a las calles, en reclamar una justicia social que, lamentablemente, se desvanecía de la noche a la mañana. La reacción de los grandes poderes sería implacable, insinuando así su peor rostro. De repente nos encontramos ante un mundo al revés donde se criminaliza la protesta, se culpa de la crisis a sus víctimas, se tacha de irresponsable a quien hace huelga[2]. Se asientan, en definitiva, las bases para repetir las peligrosas decisiones políticas que se llevaron a cabo en los años 30 del siglo pasado.

Evocando las épocas de las santas cruzadas, nuestros gobernantes tenían que encontrar un enemigo turco cuya cabeza colocar sobre una lanza, bien elevada, a vista de todos. La idea era fomentar el miedo, poderoso aliado de quienes pueden y saben ejercerlo, miedo a protestar, miedo a movilizarse. En el fondo, cualquier persona que participase en algún piquete informativo aquel día de Huelga General, o que simplemente estuviese en alguna de las manifestaciones convocadas aquella jornada, tiene la sensación de que bien podría estar en el lugar de Alfon[3].

Sin quererlo, Alfon se ha convertido en un icono de la lucha de clases, en mártir de la sinrazón y el abuso de una oligarquía que no admite discusión alguna. Es por ello que, más que nunca, este inmenso sector de la sociedad vituperado por los recortes ha de exigir la liberación sin cargos de Alfon[4] y el firme compromiso por parte de las autoridades de no volver a consentir montajes[5] contra quienes tan sólo defienden derechos fundamentales.


[1] "Los ricos son un 8,4% más ricos, pero el Gobierno prefiere los recortes a gravar a las grandes fortunas". El Plural, 23 de diciembre de 2012.
[2] "González dice que Madrid perdió un 0,5 por ciento de riqueza por abuso de huelgas y manifestaciones". El Diario, 27 de diciembre de 2012.
[3] ""El régimen penitenciario de 'Alfon' implica una tortura psicológica"". Público, 27 de diciembre de 2012.
[4] "Concentraciones de apoyo a Alfon en 30 ciudades". Diagonal Periódico, 28 de diciembre de 2012.
[5] "¡Alfon Libertad! Stop montajes policiales". Público, 21 de diciembre de 2012.

jueves, 27 de diciembre de 2012

El derecho a descansar dignamente tras una vida de sacrificios

La insistencia de los grandes organismos al servicio de los poderes financieros, como el FMI o la Comisión Europea, de retrasar la edad de jubilación denota su interés en penalizar a la clase trabajadora por el hecho de vivir más de su vida útil según los parámetros del capital.

La Europa del capital vuelve a hacer de las suyas. En esta ocasión se trata de la última sugerencia de la Comisión Europea acerca de retrasar, de nuevo, la edad de jubilación[1]. Cualquier consideración hacia nuestros mayores queda relegada a un segundo plano cuando se enfrenta a oscuros cálculos de economistas al servicio de los grandes poderes para quienes los trabajadores son, ni más ni menos, objetos desechables una vez que han culminado su vida útil.

Esta grotesca concepción de las personas mayores, por parte de los tecnócratas de la Comisión Europea, evoca a aquel análisis del FMI de principios del 2012 que consideraba un riesgo el hecho de que la gente viva más de lo esperado[2]. Ahora resulta que, tras una vida llena de sacrificios, aceptando sumisamente empleos malpagados, sufriendo el desgaste de jornadas maratonianas, madrugando cada mañana para acudir puntualmente al lugar de trabajo, dedicando más de una tercera parte del día a trabajar, ni siquiera tenemos derecho a unos años de descanso.

La sugerencia de la Comisión Europea se resume en penalizar a la clase trabajadora por atreverse, en promedio, a vivir más. Todo ello respaldado por un argumento tan simplista como relacionar el envejecimiento general de la población con la sostenibilidad de las pensiones. Por supuesto, si la cuestión del ajuste la edad de jubilación se limita al interés particular del capital financiero, tal argumento no admitirá discusión alguna. Incluso será cuestión de tiempo de que la caterva de sumisos todólogos que pululan los medios de comunicación comiencen a repetir el consabido argumento, que ya recitaron hace poco más de año y medio, con tal de justificar la nueva ocurrencia del gran capital europeo.

Sin embargo, fuera del espacio acotado por el establishment hay economistas que no cesan de advertir del disparate que suponen los argumentos a favor de retrasar la edad de jubilación[3]. Una sociedad cada vez más tecnificada y, por tanto, más productiva no debería tener problemas en obtener fondos para sufragar las pensiones por mucho que aumente la población jubilada. Ahora bien, si el modelo actual de fondo público de pensiones se basa fundamentalmente en las cotizaciones de los empleados, lo lógico es potenciar la creación de puestos de trabajo de calidad para asegurar entradas de dinero suficientes en el fondo de la Seguridad Social. En todo caso, nada impide que, en el peor de los escenarios futuros, el Estado habilite otras opciones de financiación para el fondo público de pensiones. Claro está que aquello implicaría elevar los impuestos a quienes más tienen y perseguir con tenacidad el fraude fiscal y la evasión de capital.

Por otro lado, conviene aplicar cierta cautela ante los estudios que sugieren un escenario de impagabilidad de las pensiones. Hasta el momento, ninguna de las profecías al respecto ha acertado. Ya en 1995 hubo un informe que señalaba el año 2000 como el momento en el que las pensiones públicas serían inviables. Durante los años siguientes se repetirían idénticas predicciones para el 2005 y el 2020[4]. Uno de los informes más recientes viene de la mano de Rodrigo Rato quien, a pesar de su incapacidad de predecir el futuro de Bankia, se atrevía a pronosticar del crack del sistema de pensiones hacia el 2022[5].

La otra estadística para justificar el retraso de la edad de jubilación, la del aumento de la esperanza de vida, no sólo es fundada sino tendenciosa. Por una parte, vista la deriva que está tomando el sistema público sanitario, habría que comenzar por plantearse si la tendencia al crecimiento en la esperanza de vida de la población está próxima a su fin. Tan sólo hay que observar aquellos núcleos familiares compuestos por miembros de tres generaciones que son sostenidos por las pensiones de los abuelos. Se dan cada vez más casos de ancianos que prescinden de sus tratamientos médicos, destinando tales presupuestos al bienestar básico de hijos y nietos[6]. Además, como señalan otros estudios, la esperanza de vida es desigual para los ciudadanos si se tiene en cuenta el factor clase social. Simplemente, las clases más desfavorecidas apenas sobreviven estadísticamente unos años a la actual edad de jubilación. Así, "un burgués vive dos años más que un pequeño burgués que, a su vez, vive dos años más que una persona de clase media, la cual vive dos años más que una persona trabajadora cualificada, que vive dos años más que una persona trabajadora no cualificada, la cual vive dos años más que un trabajador no cualificado con más de cinco años en paro. La distancia entre la última y la primera es de diez años"[7].

Es profundamente injusto que, tras una vida trabajando, produciendo, consumiendo, en definitiva, creando una plusvalía que fundamentalmente va a los bolsillos de los más poderosos, ni siquiera se reconozca a los trabajadores el derecho a un descanso digno en los últimos años de su vida. El gran capital ha convertido al ser humano, a la persona, en un instrumento de usar y tirar al que sólo presta un mínimo de atención mientras le es útil. Lo más rentable, desde su perspectiva, es que el diligente empleado pase a mejor vida el día después de su jubilación. Simplemente grotesco.


[1] Bruselas pide a España que retrase la edad de jubilación para frenar el gasto en pensiones". El Confidencial, 18 de diciembre de 2012.
[2] "El FMI pide bajar pensiones por "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado"". El País, 11 de abril de 2012.
[3] Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón (2010): ¿Están en peligro las pensiones públicas? Las preguntas que todos nos hacemos. Las respuestas que siempre nos ocultan. ATTAC, Madrid.
[4] Ibid, 31.
[5] "Rodrigo Rato advierte que el sistema de pensiones español puede entrar en déficit en el 2022". El Diario Exterior, 20 de enero de 2010.
[6] "Uno de cada tres ancianos españoles ayuda a sus hijos a sobrevivir con la pensión". El Confidencial, 14 de junio de 2012.
[7] Vicenç Navarro: "El retraso de las jubilaciones". Público, 16 de diciembre de 2012.

martes, 25 de diciembre de 2012

Diccionario de la Crisis: desapego

desapego.
(De desapegar).
1. m. Desacuerdo de la ciudadanía con los estamentos que mayoritariamente se han convertido en instrumentos del gran capital, que sistemáticamente dan la espalda al interés general, que conlleva la reclamación por parte de aquélla de un nuevo modelo de democracia. En España se está generando un desapego hacia las instituciones y hacia la función política que a todos nos preocupa.*




[*] Véase Juan Luís Sánchez: "Los espejos del rey y la trampa de "la política grande"". El Diario, 25 de diciembre de 2012.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Significativo Mensaje de Navidad

Merece la pena escuchar el Mensaje de Navidad del Rey del año 1975, del que aquí se presenta su transcripción. A destacar las muy significativas referencias al anterior Jefe de Estado. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Me dirijo a todos para felicitaros las Pascuas y desearos un año 1976 lleno de venturas y felicidad.

El año que finaliza nos ha dejado un sello de tristeza que ha tenido como centro la enfermadad y la pérdida del que fue durante tantos años nuestro Generalísimo. El testamento ofrecido al pueblo español es, sin duda, un documento histórico que refleja las enormes cualidades humanas y los sentimientos llenos de patriotismo sobre los que quiso asentar toda su actuación al frente de nuestra nación. Tenemos las bases muy firmes que nos legó una generación sacrificada y el esfuerzo titánico de unos españoles ejemplares. Hoy les dedico desde aquí un homenaje de respeto y admiración.

Diccionario de la Crisis: tique moderador

tique.
(Del ingl. ticket).
~ moderador. 
1. m. Tasa por receta farmacéutica dispensada con la excusa de "evitar abusos" por parte de los usuarios de la sanidad pública, cuando realmente se trata de una penalizalización al ciudadano por la utilización de la sanidad pública.*

V.
copago sanitario



[*] "Ticket moderador: ¿copago o peaje?". La Vanguardia, 22 de noviembre de 2011.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Lobos con piel de tuitero

Las redes sociales muestran que no es oro todo lo que reluce. La impoluta corrección de algunos políticos en campaña contrasta con las cosas que escriben en las redes sociales en sus momentos de mayor relax. Todo un escaparate que oculta el resentimiento que muchos guardan hacia quienes perciben como distintos.

Si hay algo que agradecer a las redes sociales es que, en contadas ocasiones, se convierten en involuntarios escaparates de los prejuicios de quienes nos gobiernan. La asepsia de lo políticamente correcto, de la disciplina de partido, del culto por el voto a través de la imagen, demuestra ser poco más que un atrezo del teatro político instrumentalizado por aquellos que basan su supervivencia política en caer bien para que alguien los vote. Sin embargo, el buenrrollismo que algunos personajes públicos pretenden aparentar se demuestra que no es más que fachada desde el momento en el que se les escapa alguna opinión o idea fuera del guión establecido en las normas no escritas del marketing político.

De ahí que Twitter o Facebook, esas nuevas herramientas de popularidad en la red, se conviertan en armas de doble filo. Gracias a aquéllas hemos descubierto la afición de Fátima Báñez a los juegos del móvil[1], cosa anecdótica incluso para una ministra de Trabajo con la salvedad de que, visto su éxito en el cometido para el que le asignaron un ministerio, tendría que aplicarse más en estudiar cómo asentar las bases para generar empleo de calidad y menos en batir récords en el Bubble Shooter.

Pero la cuestión no es que las redes sociales puedan ser indicativas de la inoperancia de algunos gobernantes, pues, vistos los resultados, para eso se bastan ellos solitos[2]. El problema es que Twitter o Facebook nos muestran la cara menos amable de algunos de quienes nos representan, sus prejuicios más profundos. Nos enteramos que un concejal valenciano se dedica a crear entradas en Facebook cargadas de contenido racista e intolerante[3] que recuerda demasiado a las opiniones que abiertamente muestran algunos colaboradores de la caverna mediática, como aquél que calificó de "guarra", "zorra repugnante" y "puerca" a una consejera de la Generalitat catalana[4], o el que igualmente insultó a la presentadora Beatriz Montañez[5].

Es cuestión de responsabilidad. Los tiempos que corren recuerdan demasiado a épocas pasadas en las que se alentaba al odio y al desprecio hacia el distinto, sobre todo en cuanto a ideología. Un resentimiento hacia los más débiles que perfectamente se puede resumir en el "¡que se jodan!" de Andrea Fabra[6]. En el fondo, se trata de un mensaje directo de estos palmeros del espectro político más rancio -tanto políticos como tertulianos- a sus amos, los grandes poderes, con el propósito de hacerles llegar su disposición a continuar haciendo lo necesario para desposeer a los ciudadanos de cualquier derecho que obstaculice su hegemonía.


[1] "Fátima Báñez y el juego Bubble Shooter eclipsan a Mariano Rajoy en Twitter". El Mundo, 10 de junio de 2012.
[2] "El 98% de los españoles cree que la situación económica es "del todo mala"". El Economista, 20 de diciembre de 2012.
[3] "Dimite un concejal del PP en Valencia por un texto racista y xenófobo en Facebook". El Huffington Post, 20 de diciembre de 2012.
[4] "Un tertuliano de Intereconomía califica de “puerca” “guarra y zorra” a una consejera catalana". Radiocable, 7 de junio de 2010.
[5] "Beatriz Montañez contesta a los insultos de Intereconomía". La Sexta Noticias, 27 de julio de 2011.
[6] "El PSOE exige la dimisión de Andrea Fabra por gritar "¡qué se jodan!" en el Congreso". La Vanguardia, 13 de julio de 2012.

Hoy es, de nuevo, el fin del mundo

Reflexiones sobre el particular fin del mundo que nos espera a cada persona, independiente a cualquier profecía, que sin duda se acelerará para muchos ante la violencia de los recortes en gastos sociales que empeoran las condiciones de la mayoría.

Parece que nos encontramos ante un nuevo día del fin del mundo. No es el primero ni parece que será el último para esta humanidad que parece compartir globalmente -salvo honrosas excepciones- el rancio regusto por la autodestrucción.

El fin del mundo de esta ocasión es el que supuestamente profetizaron las altas jerarquías religiosas mayas. Sin ánimos de poner en duda los magníficos conocimientos astronómicos de aquella cultura, la osadía por parte de unos sacerdotes de poner fecha al fin del mundo es equivalente a la de sus colegas de profesión de hoy en día al afirmar categóricamente que el sexo por placer es pecado. Paradojas de la vida, al igual que quienen más penalizan el contacto carnal son célibes, es de lamentar que quienes profetizaron este particular fin del mundo lo sufrieran por adelantado varios siglos antes a causa del brusco avance del desalmado colonialismo europeo.

No obstante, lo del fin del mundo es más bien cuestión de leyes naturales. Algún día la Tierra será inhabitable, lo que supondrá el final sin remedio, incluyendo el de la humanidad, si es que ésta no ha puesto durante ese intervalo los recursos necesarios para expandirse a otros mundos. La comunidad científica tiene claro que la condición de inhabitabilidad vendrá con la evolución del Sol, cuando éste llegue a convertirse en una estrella tan brillante, y emita tanta energía, que provoque la evaporación de los océanos.

El plazo de diez mil millones de años que ha de transcurrir para que el Sol se vuelva nuestro enemigo implacable es más que suficiente para que la humanidad continúe haciendo de las suyas: guerras, pobreza, hambrunas, destrucción de la naturaleza. Lacras todas ellas que tienen dos elementos en común ligados en un terrible círculo vicioso. Por un lado están las víctimas, siempre los más desfavorecidos. Por otro, la causa principal, la codicia. Un codicia que antepone el bienestar de unos pocos privilegiedos a la salud del medio ambiente, al bienestar del resto de las personas.

Hay quien dice que la muerte, el particular fin del mundo de cada individuo, es la única justicia que existe. Como una especie de demostración de justicia universal, cada ser humano, sea rico o sea pobre, tiene su particular fin del mundo. Un final inanimado, un último acto en el teatro de la vida, un cuento cuya conclusión es inevitablemente triste.

Sin embargo, el reparto de papeletas para el fin del mundo individual es excesivamente injusto, a causa de la infinita codicia de los más poderosos. Así, para algunas personas, el fin del mundo está forzosamente demasiado cerca. Y se aproxima aún más con cada medida que redunda en contra de su calidad de vida.

¿Alguien duda aún de que los recortes en sanidad, en dependencia, incluso en educación, redundarán en una disminución de la esperanza de vida en España? Miles de familias sostenidas casi exclusivamente por las pensiones de los abuelos ven como éstos llegan incluso a renunciar a gastar dinero en tratamientos médicos necesarios para prolongar su vida. Otros tantos ancianos, simplemente encuentran imposible pagar por medicamentos que antes no les costaba un céntimo. Trabajadores jóvenes, en precario, con jornadas interminables, mal pagadas, con el estrés continuo de la doble amenazada del despido y la hipoteca, ven prematuramente desgastar sus energías, mientras otros, que ni siquiera sueñan con encontrar trabajo, deciden acabar prematuramente con sus vidas.

Ante el panorama de barbarie que nos están construyendo desde la codicia, ¿a quién le preocupa una simple profecía?

domingo, 9 de diciembre de 2012

Diccionario de la Crisis: juego parlamentario

juego.
(Del lat. iocus).
~ parlamentario. 
1. m. Maniobra política llevada a cabo por un grupo parlamentario consistente en votar inicialmente en un sentido, que beneficiaría a los ciudadanos, para pasar a votar luego justamente lo contrario, que pasaría a perjudicarlos. Es un juego parlamentario, un juego de trampas parlamentarias. Es muy interesante, muy bonito, pero al final quien lidia con la crisis es el Gobierno.*


[*] "Engañar a los jubilados con la subida de su pensión es un "juego parlamentario muy bonito", según el PP". Diario Progresista, 4 de diciembre de 2012.

La lucha de clases explicada por un empresario chino

De la vigencia de la lucha de clases no puede quedar dudas tras leer las declaraciones de un empresario chino afincado en España. Sus opiniones, coincidentes con los próceres del gran empresariado español, muestran las intenciones de los ataques dirigidos desde su clase hacia los derechos de los trabajadores.

Hay que agradecer al empresario chino Fernando Zhou su sinceridad en la entrevista que recientemente concedió al periódico El País[1]. En sus declaraciones defendía abiertamente la reciente reforma laboral, se mostraba en contra del derecho a huelga y a favor del despido gratuito, justificando esto último con que tal medida incentivaría a los empleados a trabajar más.

Las palabras del empresario chino no tardarían en ser desaprobadas por parte de muchos de los participantes de los foros que hicieron eco de la noticia. Algunos calificaban tales declaraciones como propias de un esclavista; otros, menos sutiles, sugerían al empresario el inmediato regreso a su país de origen[2].

A todo esto, basta con tirar de hemeroteca para encontrar declaraciones similares, quizás menos directas, de homólogos españoles que defienden los mismos principios de reducción de derechos de los trabajadores. Entre aquellas se pueden encontrar las del ahora infame Díaz Ferrán, quien pedía a los trabajadores aquello de que hay que trabajar más y ganar menos[3], y las de su actual sucesor en la presidencia de la CEOE, Juan Rosell, quien aboga por la limitación del derecho a huelga[4]. No obstante, el problema de la precariedad laboral en España no se solucionaría deportando al señor Zhou a China, incluso aunque fuese acompañado de Díaz Ferrán y Rosell.

Las declaraciones del empresario chino sugieren la vigencia de la denominada lucha de clases, es decir, el choque de intereses entre las fuerzas que controlan el capital y quienes ofrecen su fuerza de trabajo en cualquiera de sus variantes. Ya identificada por Nicolás Maquiavelo en el siglo XV, esta lucha, connatural a toda sociedad dividida en clases, ha existido desde siempre, adaptada a las situaciones coyunturales de cada época.

En la actualidad esta lucha se ha recrudecido fundamentalmente desde una de las partes. Mientras la clase trabajadora apenas comienza a reaccionar, los grandes poderes financieros plantean, como próximo botín de guerra, el modelo de sociedad sugerido por el empresario en la entrevista. La ciudadanía se encuentra en el punto de mira de un grave proceso de destrucción de derechos políticos, sociales y sindicales cuyo final no puede ser otro que la desaparición de todo atisbo de libertad e igualdad.

Las élites financieras, y sus partidarios, están imponiendo unas nuevas reglas para un juego en el que, en estos momentos, se saben ganadores. Por primera vez en la historia, las conquistas sociales van en retroceso mientras la sociedad aún no tiene claro de dónde vienen los tiros. Así, muchos ciudadanos siguen culpando a los políticos en general, como si fuesen una clase aparte, mientras otros se conforman con señalar a los funcionarios, a los sindicalistas o a los inmigrantes como la causa del problema.

Las palabras de Zhou, sin embargo, son clarísimas al respecto: "Los [trabajadores] chinos apoyan al empresario. Si el negocio no va bien, se bajan el sueldo. Y los [trabajadores] españoles quieren que se cumplan sus derechos. España va mal". El problema queda reducido, desde su punto de vista, al pavoroso pragmatismo de que los derechos de los trabajadores han de estar subordinados al éxito de los negocios, cosa que guarda sospechosa similitud con la necesidad de someter la soberanía nacional a los dictados de los mercados.

¿Acaso no se trata del principal postulado del dogma neoliberal? Los gobiernos actuales se han atribuido el papel de ejército de choque contra la clase trabajadora, por esto todas las medidas de austeridad van en su perjuicio. Declaraciones como las de Zhou han de ser tomadas como una pista clara del futuro que nos depara a la mayoría si nos mantenemos ajenos a todo lo que está pasando, en definitiva, desclasados. Esta situación sólo se podrá revertir, o al menos frenar, cuando la ciudadanía tome conciencia de clase y pase a reclamar con una sola voz los derechos que jamás le debieron ser ni siquiera discutidos.


[1] "“Con despido gratis se trabajaría más”". El País, 6 de diciembre de 2012.
[2] Véanse, por ejemplo, los comentarios al respecto en Menéame, 7 de diciembre de 2012.
[3] "Díaz Ferrán desata la tormenta: "Hay que trabajar más y ganar menos para salir de la crisis"". Expansión, 14 de octubre de 2010.
[4] "Rosell aplaude la reforma laboral y pide revisar el derecho de huelga". Público, 15 de febrero de 2012.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Diccionario de la Crisis: bancarización

bancarización.
1. f. Econ. Acción y efecto de poner en manos de la banca privada el control de las cajas de ahorros bajo la excusa de la mala gestión llevada, hasta entonces, por los políticos. Con la bancarización de las cajas no sólo se pone en manos privadas, a bajo precio, el capital y el patrimonio social acumulado durante años sino que además se termina con su labor social que, aunque sea un simple paliativo, al menos ha podido mantener líneas de ayuda al tercer sector que han sido fundamentales en la lucha contra la exclusión social.*


[*] Definición desarrollada a partir del artículo de Juan Torres "La bancarización de las cajas de ahorros es un robo al Estado y al pueblo". ATTAC, 4 de julio de 2011.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Cuando José María Aznar evoca a las hemorroides para referirse a España

Este artículo reseña, con toda la ironía posible, la curiosa manera en la que Aznar critica a los políticos actuales, a los que acusa de haberse convertido en un grave problema del país. Por supuesto, según el expresidente, los de su partido no se encuentran en la lista.

Sin acritud -como solía decir su eterno rival político-, las últimas palabras del expresidente español dan para hacer algún chascarrillo sobre los efectos que pudiera tener, en su anatomía menos interna, la fuerte gastroenteritis por la que recientemente fue hospitalizado[1]. Son las consecuencias de evocar al imaginario popular. Resulta que el ahora flamante consultor de Endesa decide utilizar algunas palabras que hacen inevitable recordar el eslogan que cierta compañía farmacéutica utilizaba para anunciar su producto estrella contra las hemorroides. José María Aznar ha declarado que él también "sufre en silencio"[2].

A pesar de que nadie dude de las capacidades de hacer negocios del otrora autoproclamado mejor amigo de George Bush Jr., es dudoso pensar que Aznar tuviese en mente el hemoal cuando decidió soltar tal perla. Que al tercero de las Azores le gusta hablar, sentirse protagonista, dejar claro que como él ya no hay nadie, ya lo ha demostrado en otras ocasiones. Ningún momento podía ser mejor que el de la presentación de su obra autobiográfica, el mejor lugar para agasajar a la flor y nata de la España una y libre, bajo los focos y flashes de la caverna mediática, con lo más selecto de sus batallitas personales. Resulta inevitable imaginarse el morbo que le supondría ver reunidos a sus dos delfines, momento perfecto para reprochar al hijo predilecto su negativa a aceptar su cetro tras su brusca transformación en oveja descarriada[3]; muy posiblemente al mismo nivel de la nostalgia con la que en su libro evoca el momento en el que -según él dice- los grandes líderes del momento le rogaron que se presentase a su tercera reelección[4].

El estadista, que afirma sin complejos que a su salida dejó "el país más rico de la historia de España"[5], ahora dice que "los políticos se han convertido en un problema grave para el país"[6]. Conviene aclarar, por supuesto, que el sucesor de Fraga excluye de aquel fatídico conjunto de representantes públicos a los de su partido. Para el expresidente es mucho más preocupante el "taifismo" en el que, según él, se encuentra sumida la izquierda que la extensa lista de imputados de su propio partido por asuntos turbios. Mucho peor ve, por supuesto, la legalización de Bildu que la construcción de aeropuertos fantasmas, estaciones de AVE en medio de la nada o la masacre del Madrid Arena. Al fin y al cabo, respecto temas tan terrenales, ya lo dijo aquella fiel seguidora que consiguió dar letra a las famosas peinetas de Aznar[7]: "¡que se jodan!"[8].

Y es que este enemigo declarado de Sadam y el pueblo iraquí, a quien la historia no absolverá, bien sabe que las encuestas poco a nada favorecen a su formación política. De algún modo, tenía que aprovechar la coyuntura mediática que le proporcionaba la presentación de su libro para echar un capote, a su manera. ¿Qué mejor que adaptarse a los tiempos que corren y culpar de todo a los políticos? A todos menos a los de su partido, no vaya a ser que no les voten por su culpa. Hay que comprender que Rajoy no tiene, por más que la busca, ninguna burbuja inmobiliaria en la que apoyarse -la misma de que la ahora Aznar reniega-, mientras la herencia recibida tiene cada día menos credibilidad. Al actual presidente sólo le queda el eco de aquella voz que afirmaba que España iba bien, aunque le faltase añadir que sólo iba bien para los de siempre.


[1] http://politica.elpais.com/politica/2012/10/27/actualidad/1351368726_168607.html
[2] http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/02/espana/1354440862.html
[3] http://www.eldiadecordoba.es/article/espana/1406799/aznar/agradece/rajoy/y/rato/lo/mucho/han/hecho/y/siguen/haciendo/por/espana.html
[4] Aznar, J.M. (2012): Memorias I. Planeta, p.5.
[5] http://www.publico.es/espana/146473/aznar-deje-como-herencia-el-pais-mas-rico-de-la-historia-de-espana
[6] http://noticias.lainformacion.com/espana/aznar-cree-que-los-politicos-se-han-convertido-en-un-problema-grave-para-espana_KGsIuNKHdMQ7K3E2R8bhY4/
[7] http://elpais.com/elpais/2010/02/18/actualidad/1266484644_850215.html
[8] http://www.lavanguardia.com/politica/20120713/54324975022/andrea-fabra-que-se-jodan.html

viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Por qué se meten tanto con el Gobierno español los medios extranjeros?

La prensa financiera extranjera es muy dada, en los últimos tiempos, a publicar columnas de opinión que simultáneamente critican la actitud del Gobierno y alaban sus políticas de recortes. Detrás de todo esto puede dilucidarse el papel de estos voceros de los grandes poderes financieros como vehículos de presión al Gobierno para la aceleración de la destrucción del Estado del Bienestar.

Resulta evidente que a la prensa extranjera le gusta hablar sobre Mariano Rajoy y su Gobierno. Desde que aquél ganase las elecciones hace ya más de un año, los medios internacionales han seguido con lupa las decisiones políticas del presidente. Desde luego, si alguna vez hubo buenas expectativas acerca de las posibilidades del nuevo Gobierno, éstas parecen haber ido diluyéndose según pasa el tiempo. Vistas las últimas columnas de opinión publicadas en algunos periódicos de gran prestigio internacional, la impresión es que la confianza de éstos en la capacidad de gestión de Rajoy está bajo mínimos.

Hace unos días el periódico Financial Times nominaba a Luis de Guindos como el peor ministro de Economía de la Unión Europea[1], para añadir en una columna de opinión que "Rajoy es un político de provincias poco dispuesto a aceptar la realidad y no es el adecuado para resolver una crisis compleja e internacional"[2]. A pesar de que muchos ciudadanos españoles, hartos de tanto recorte, puedan esbozar una sonrisa al ser conocedores de tales rapapolvos al Gobierno, un análisis pausado de aquellos mensajes obliga a la cautela y, muy posiblemente, a la preocupación.

La dureza de aquellas palabras es indiscutible. De hecho, es razonable pensar que Rajoy pueda sentirse preocupado al respecto. Hay precedentes en la Europa moderna de primeros ministros defenestrados por ser considerados "inadecuados" para cumplir su cometido. Sin entrar en más detalles, nos encontramos ante las declaraciones de un medio de prensa cuya línea editorial responde al neoliberalismo más ortodoxo que, sin embargo, reprocha al Gobierno español más neoliberal de la historia no saber "convencer a los economistas y a los mercados de que puede modificar la suerte de la economía de su país"[3].

A estas alturas, la pregunta que conviene hacerse no es ya acerca del nivel de ineptitud de Rajoy y su equipo de Gobierno, sino de las intenciones detrás de aquellos artículos del Financial Times. Recordemos que no se trata de un medio de prensa sensacionalista cuyos escritos no suelen llegar más lejos que unos cuantos retuits, sino de verdaderos voceros de los grandes poderes del mundo financiero. Cuando un columnista de un medio de tal calibre afirma que "es raro encontrar a un dirigente, economista o inversor extranjero dispuesto a defenderle", está enviando un mensaje directo al Gobierno, una orden directa de que se deje de más rodeos y ahonde en la aplicación de las medidas esperadas desde la troika.

Ahora bien, hay que reconocerle al Gobierno popular el dudoso mérito de emplearse a fondo en la reducción del tejido público, el abaratamiento de los costes laborales, el desmantelamiento de derechos fundamentales, la eliminación de la protección social, tal como mandan los cánones de la doctrina neoliberal. Entonces, ¿qué ha hecho mal, a ojos de los poderes financieros, el partido gobernante para ser sistemáticamente vituperado por parte de quienes le son ideológicamente afines?

El pecado de Rajoy ha sido intentar aparentar independencia frente a los dictados de los grandes poderes financieros. Sobra decir que esa supuesta independencia no ha sido más que de cara a la galería, limitándose a postergar las peores medidas hasta fechas más propicias para los intereses electorales de su partido. Al respecto, no es la primera vez que la prensa internacional decide atacar a Rajoy. Sin embargo, en esta ocasión el aumento de tono en las críticas es paralelo a la reiteración de organismos internacionales, como la OCDE, en la urgencia de acelerar el desmantelamiento del Estado del Bienestar[4]. La sucesión de elecciones autonómicas del 2012 finalizaron tras las catalanas. Ya no hay excusa por parte del Gobierno para retrasar más la aplicación de las medidas de austeridad según Merkel.

Por eso mismo, coincidiendo con la víspera de las elecciones catalanas, The Economist publicó un artículo que tras señalar algún que otro error político de Rajoy, alababa "la radical reforma laboral que ha abaratado el despido y permite a las empresas eludir la acción sindical"[5]. Recuérdese que sólo un mes antes, el mismo medio publicaba una columna preguntándose sobre la capacidad de liderazgo del presidente[6].

A las presiones desde el extranjero para que el Gobierno acepte el rescate[7], junto al rosario de recortes que le vendrían de la mano, habría que sumar las de la patronal y la banca privada española, que están tomando posición al respecto[8][9]. Lo que ahora se nos avecina a la ciudadanía es una nueva oleada de recortes auspiciada por la troika y demás organismos foráneos que se han convertido, de facto, en los verdaderos rectores de la política económica de España. Rectores a quienes no les tiembla el pulso en condenar a la ciudadanía española a las mismas penurias que en la actualidad se sufren en Grecia. El papel de los gobernantes de la Europa periférica se ha reducido, en estos tiempos de crisis y amenazas de rescates, a consultar a Angela Merkel, interlocutora de los grandes poderes financieros, los pasos a tomar en política económica, mientras la prensa financiera internacional se encarga de recordarles el camino a seguir y, en su caso, darles toques de atención si se desvían un ápice de lo establecido.


[1] Cit. en "Luis De Guindos, el peor ministro de Economía según el 'Financial Times'". El Huffington Post, 21 de noviembre 2012.
[2] Cit. en "Rajoy es aún peor que De Guindos, según el Financial Times". El Diario, 22 de noviembre de 2012.
[3] Ibid.
[4] "La OCDE pide a España subir más el IVA y abaratar más el despido". El País, 29 de noviembre de 2012.
[5] Cit. en "The Economist: "El primer error de Rajoy fue separar la política económica en dos ministerios"". El Economista, 25 de noviembre de 2012.
[6] "Mysterious Mariano. Spain’s prime minister battles against the break-up of the euro and his country". The Economist, 6 de octubre de 2012.
[7] "Crece la presión internacional sobre Rajoy para que tome medidas inmediatas". El País, 22 de noviembre de 2012.
[8] "El Santander ve «con buenos ojos» pedir el rescate". La Verdad, 25 de octubre de 2012.
[9] "Los empresarios, "totalmente decepcionados" con lo hecho por Rajoy en estos meses". El Confidencial, 4 de noviembre de 2012.

martes, 27 de noviembre de 2012

Diccionario de la Crisis: hacer los deberes

hacer.
(Del lat. facĕre).
~ los deberes. 
1. loc. verb. Obedecer las directrices de la banca alemana y las políticas neoliberales impuestas por la oligarquía europea. De esta crisis no saldremos sin hacer nuestros propios deberes, por penosos que éstos sean.*


[*] "Rajoy: "no saldremos de la crisis sin hacer nuestros propios deberes"". La Información, 31 de octubre de 2012.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Sobre la creación de empleo en Eurovegas

Resulta sorprendente que, hasta ahora, a ninguno de los políticos que defienden a Eurovegas como fuente de creación de empleo se les haya ocurrido contabilizar el número total de trabajadores con los que cuenta en la actualidad la empresa en el mundo entero. Los 36 mil empleados de Adelson dista mucho de los 164 mil puestos prometidos, lo cual tendría que implicar explicaciones que nadie ha dado hasta el momento.

El desempleo viene siendo, desde hace varias décadas, uno de los grandes problemas que afectan a la sociedad española. La necesidad de muchísimos ciudadanos de encontrar trabajo ha sido tradicionalmente usada como arma política y electoral por parte de gobiernos y partidos. Lejanos quedan aquellos 800 mil puestos de trabajo de Felipe González que luego tanto le fueron reprochados[1].

En la actualidad, bajo el yugo de una interminable crisis, la promesa de creación de empleo viene de la mano de Eurovegas, una propuesta empresarial sin precedentes en España que llega con la bendición del Gobierno Autonómico de Madrid. La cifra de empleos prometida es más modesta que la del PSOE de 1982, alrededor de 164 mil directos y otros 97 mil indirectos[2]. Aunque es comprensible que cualquier iniciativa que conlleve la creación de empleo sea tenida en cuenta, es también muy importante comprender sus implicaciones. En el caso de Eurovegas nos encontramos ante la exigencia de sus promotores de relajar, entre otros, el Estatuto de los Trabajadores, la Ley de Extranjería, las normas contra el blanqueo de capitales o las leyes antitabaco. Dicho de otro modo, la posible creación de varios miles de puestos de trabajo viene condicionada por la clara cesión de soberanía que implica el hecho de que las leyes sean modificadas ya no por el interés general sino por los de una gran empresa privada.

Es justo reconocer que la dura situación socioeconómica actual deja a las administraciones en una débil posición ante quien proclama la simple posibilidad de crear puestos de trabajo. Nos encontramos ante el fenómeno del chantaje del empleo[3], en el que los gobiernos aceptan perder soberanía a cambio de apuntarse el tanto de haber frenado el desempleo y una parte de la ciudadanía hace lo mismo con sus derechos fundamentales. Así, los movimientos sociales en contra de Eurovegas son sistemáticamente desoídos, prevaleciendo los deseos de un magnate de los casinos sobre las preocupaciones socioambientales de un importante sector de la ciudadanía.

No obstante, cualquier canto de sirena, como las promesas de creación de miles de empleos, ha de ser sometida al veredicto de la evidencia. Así, Gaspar Llamazares se ha preocupado por realizar una sencilla investigación consistente en calcular el número de empleados que la compañía promotora de Eurovegas tiene por todo el mundo. En la actualidad, Adelson apenas da trabajo a 36 mil personas[4]. La matemática no engaña, si los macrocasinos de Las Vegas y Macao apenas suman esa cifra, difícil es que el proyecto para Madrid alcance los 164 mil prometidos.

Conocidos estos datos es justo pedir explicaciones a los políticos que defienden la creación de Eurovegas apoyándose en las promesas de creación empleo. El simple hecho de que ninguno de ellos se haya parado a realizar tales cuentas demuestra una irresponsabilidad inadmisible. Además de esto, hay que recordar que la creación de empleo se ha convertido, para muchos políticos, en un objetivo puramente cualitativo. Sólo les preocupa las estadísticas de las oficinas de empleo. Jamás se detienen en asuntos tan importantes como la calidad de los nuevos empleos creados, las condiciones laborales o la naturaleza de los trabajos. Desde luego, Eurovegas no requerirá del perfil profesional al que responden los miles de titulados españoles que periódicamente emigran a Alemania.

A poca gente se le escapa que el juego aumentará la demanda de crupieres y camareros, sino de prostitutas que, en el mejor de los casos, serán dadas de alta a la Seguridad Social como azafatas. Por mucho que Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, recuerde que se trata del "oficio más viejo del mundo"[5], bien haría en recordar que una prostituta es, ante todo, una mujer explotada.


[1] http://www.publico.es/espana/181928/felipe-gonzalez-prometi-crear-800-000-empleos-y-se-destruyeron-800-000
[2] http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/01/26/madrid/1327565496_655225.html
[3] http://www.ecologistasenaccion.org/article22741.html
[4] http://www.elplural.com/2012/11/23/llamazares-pincha-el-globo-de-eurovegas-%C2%BFcomo-se-crearan-164-000-empleos-en-madrid-si-en-todo-el-mundo-no-llegan-a-36-000/
[5] http://www.elplural.com/2012/11/07/ignacio-gonzalez-quita-hierro-a-la-prostitucion-que-pueda-generar-eurovegas-es-el-oficio-mas-viejo-del-mundo/

martes, 20 de noviembre de 2012

Un artículo más sobre el añito que nos lleva dando Rajoy

El año después de las elecciones generales de 2011 muestra cifras terribles que cuantifican la desastrosa situación de España. Las políticas de austeridad sólo sirven para ahondar en la frustración de la población que cada vez se ve más reflejada en la actual Grecia.

El anuncio de la fecha de las últimas elecciones generales, allá por julio de 2011, supuso un mal presagio. Veinte de noviembre, el día en el que los nostálgicos del antiguo régimen peregrinan al Valle de los Caídos a dar un nuevo último adiós a su referente ideológico. Es fácil imaginar como, entre lágrimas y cánticos, muchos de los asistentes a aquel acto se frotaban las manos con tan sólo pensar en los resultados de las elecciones.

El desenlace, hace ahora un año, es bien conocido. Los deméritos de Rodríguez Zapatero permitieron que Rajoy pasase a la historia como el candidato a presidente que supo aglutinar el voto de la facción más rancia de España con el de millones de ciudadanos bienintencionados que, de buena fe, pensaban que los problemas del país se arreglaban con un simple cambio de Gobierno.

Sin embargo, una vez alcanzado el ansiado sillón en La Moncloa las ilusiones se desvanecieron para la mayoría de sus votantes. Desde entonces, Rajoy ha demostrado ser un presidente débil, más interesado en las sucesivas elecciones autonómicas acontecidas a lo largo del año que en su labor de gobernar. Ni da explicaciones de lo que piensa hacer, ni sus acciones son coherentes respecto a las expectativas que levanta. Así, la sensación que tiene una parte de la ciudadanía es que su labor se reduce a señalar las fechas en las que se cumplirán los deseos de la Europa del gran capital, al que eufemísticamente se referiría en alguna ocasión como "la realidad"[1]. Siguiendo el aleccionamiento de Merkel, el presidente ha asumido el término austeridad en su acepción más perversa para dedicarse en cuerpo y alma a recortar. El destino reservado a España parece ser el de un Estado satélite de la Europa rica, cuyos ciudadanos, también de segunda, se dedicarán básicamente a producir bienes a bajo precio y servicios de turismo y hostelería para los visitantes adinerados.

Un año después las cosas pintan mucho peor que el día de las elecciones. No sólo se trata de los desastrosos datos económicos que nos deja tras este primer año, ni siquiera de las infames cifras de desempleo, de por sí ya alarmantes. El problema es que Mariano Rajoy está tomando medidas similares a las que condujeron a Grecia a la ruina social en la que ahora se encuentra inmersa.

Así, la destrucción de pilares básicos del incipiente bienestar del que disfrutábamos los españoles es ya una realidad. La educación y la sanidad públicas están heridas de muerte desde el momento en el que se decidió que parte de sus presupuestos era más útil si era destinado a sanear a la banca[2]. En cierto modo, algo de esperar de un partido cuyos gerifaltes habitan en torres de marfil que el resto de la ciudadanía. Al igual que los grandes empresarios y los banqueros, aquéllos no envían a sus hijos a la escuela pública ni hacen uso de la sanidad pública.

Llegados a este punto es justo admitir que el problema no es exclusivamente Rajoy ni el Partido Popular. La cuestión es más profunda que unas siglas, llegando hasta el propio modelo de Estado. Simplemente, la soberanía no está en manos del pueblo sino de una poderosa oligarquía que hace y deshace a su antojo a través de sumisos capataces que firman leyes.

Sin embargo, no se puede olvidar que la misma insensibilidad que Rajoy ha manifestado hacia sus votantes al incumplir la mayor parte de sus promesas electorales[3], la ha mostrado hacia los asalariados castigándolos con la peor reforma laboral imaginable, por lo que la reacción de la clase obrera no se ha hecho esperar. Por ello Rajoy es el primer presidente en recibir dos huelgas generales en un año. Todo un récord. A todo esto, la reacción del ejecutivo de Rajoy ha sido criminalizar la protesta. La dureza con la que se reprimen las movilizaciones ciudadanas quedó patente durante la pasada jornada de huelga general, cuando se repitieron sucesos de ciudadanos pacíficos gravemente heridos[4][5][6]. No podemos olvidar de donde salieron las órdenes de actuar con contundencia. Mientras tanto, el código penal ha sido endurecido de modo que quieres rompan mobiliario urbano no salgan de rositas. Por el momento, en el Ministerio de Justicia parecen haberse olvidado de endurecer las penas para quienes cometan delitos de índole económico y fiscal.

En definitiva, el camino recorrido durante este "año mariano" de seguro está despertando los más húmedos sueños de los elementos más reaccionarios de la sociedad española. Un Gobierno "como Dios manda" que seguirá provocando huelgas, movilizaciones y altercados en las calles. Mientras tanto, la frustración provocada entre muchos votantes del Partido Popular resentidos con el constante incumplimiento de sus promesas electorales, podría ser canalizada por alguna advenediza agrupación política que tome el papel de los fascistas griegos de Amanecer Dorado. Pésimo futuro nos espera si esto llegase a ocurrir.


[1] "Rajoy admite que sus promesas estaban fuera de la realidad". Público, 2 de septiembre de 2012.
[2] http://politica.elpais.com/politica/2012/04/09/actualidad/1333985643_619652.html
[3] http://maspublico.com/2012/11/20/un-ano-del-gobierno-de-rajoy-en-ocho-promesas-incumplidas/
[4] http://www.20minutos.es/noticia/1648327/0/barcelona-hospital-sant-pau/manifestacion-huelga-general-14N/mujer-herida-ojo/
[5] http://tribunadeljurista.foroes.net/t3257-video-que-desenmascara-las-mentiras-de-la-policia-murciana-fueron-ellos-quienes-desfiguraron-la-cara-a-este-ciudadano
[6] http://www.huffingtonpost.es/2012/11/14/un-menor-de-13-anos-herid_n_2129821.html?utm_hp_ref=spain

sábado, 17 de noviembre de 2012

Diccionario de la Crisis: latifundio mediático

latifundio.
(Del lat. latifundĭum).
~ mediático. 
1. m. Concentración de canales de televisión, estaciones de radio, periódicos y revistas, todos de capital privado, que han declarado una guerra a muerte a los gobiernos progresistas debido a que, en su lucha por pagar la deuda social mediante un Estado redistributivo, pretenden desconcentrar el poder de la palabra impulsando una información pluralista que afecta sus intereses corporativos. Lo paradójico es que, por buscar ampliar la oferta informativa a través de fortalecimiento de canales públicos, los grandes dueños de los monopolios mediáticos que quieren seguir conservando su privilegio no sólo distorsionan la realidad sino que aducen que dichos gobiernos están atentando contra la libertad de prensa.*


[*] Definición desarrollada por Ignacio Ramonet en "Los latifundios mediáticos impulsan la insurrección contra los gobiernos progresistas". Contrainjerencia, 14 de noviembre de 2012.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El día después de la huelga general

Más allá de cualquier baile de cifras, la importancia de la huelga general de 14 de noviembre estriba en que ha sido la primera huelga de la historia que ha implicado a los trabajadores de varios estados de Europa que además, en el caso de España, ha sido organizada por los sindicatos de clase en conjunción con los movimientos sociales.

El día después de la huelga general tendría que ser el momento para la recapitulación de lo sucedido, una jornada para la reflexión de toda la sociedad. No se trata de buscar ganadores o perdedores, porque cuando llegan a darse las condiciones para que se convoque una huelga general es que la sociedad en su conjunto lleva perdido demasiado, más de lo que está dispuesta a aguantar. Las huelgas se convocan porque las cosas no funcionan. A pesar de la ceguera imperante en algunas capas de la sociedad, negar el drama de la miseria, el desempleo o los suicidios rozaría el cinismo.

De ninguna manera puede aceptarse que la reciente huelga general haya sido un fracaso, como algunos medios pretenden vender a la opinión pública. No se puede considerar un fracaso cuando, a pesar del miedo latente a las represalias patronales, muchísimos trabajadores han secundado la convocatoria. Es justo admitir que en estos momentos el derecho a huelga está, más que nunca, amenazado a convertirse en papel mojado en un entorno laboral donde muchos jefes y mandos intermedios, ya sea por cuestiones de filosofía empresarial o por una lamentable ambición personal de colocarse medallas frente a sus patronos, presionan a sus trabajadores para que renuncien a un derecho fundamental.

Lecturas positivas de esta jornada de huelga hay muchas; lo primero de todo, su motivación y origen. Es la primera huelga general de la historia en la que han participado trabajadores de varios estados europeos. Al contrario de lo que insisten algunos medios, no se ha tratado de una huelga de unos pocos izquierdistas contra la voluntad de un gobierno, el español, legitimado -sin discusión- por una mayoría absoluta. Se trata de un acto de protesta llevado a cabo por parte de cientos de miles de trabajadores de las zonas más castigadas de Europa[1] por la crisis, por los recortes, por la especial interpretación de la austeridad que hacen unos gobernantes lacayos del gran capital europeo. No hay que mirar tan sólo las incontables manifestaciones organizadas a lo largo de la geografía española o el resto de los países donde se convocó huelga, sino las que se produjeron en la Europa rica por parte de trabajadores solidarizados con sus compañeros del Sur. Porque ellos saben que, tarde o temprano, si no se hace nada al respecto también les llegará su turno

Por supuesto, de momento, el Gobierno poco o nada cambiará sus políticas de recortes tras la huelga[2]. No lo hará simplemente porque no gobierna, tan sólo obedece órdenes, porque el poder real ya no es del pueblo, ni siquiera de los políticos en el poder, sino de la deuda, o -mejor dicho- de los acreedores. Sin embargo, es erróneo aceptar que esta huelga no valdrá para nada. En el pasado han servido y, en estos momentos, aunque sea un proceso lento, también pueden haber cambios. Lo que jamás provocará cambios -al menos a mejor- es el inmovilismo, el conformismo, el borreguismo. La historia demuestra que el detalle más insignificante de protesta puede provocar avances. Recordemos, si no, la anécdota de los carritos de los supermercados y cómo, poco después, el Gobierno dio marcha atrás en su decisión de retirar la ayuda de los cuatrocientos euros[3].

Por eso la importancia de que esta huelga haya traspasado fronteras, que haya sido organizada no sólo por los sindicatos mayoritarios, sino por la mayoría de los sindicatos de clase de todo el Estado y, sobre todo, los movimientos sociales. A pesar de las manipulaciones de los medios, no se ha tratado de una huelga más sino de la más clara demostración de descontento por parte de una ciudadanía que empieza a creer en sí misma[4].

Sirva, a pequeña escala, la experiencia personal de quien escribe estas líneas, sorprendido por haber encontrado a personas manifestándose que jamás anteriormente se habían preocupado de estos temas. Porque esta crisis desgraciadamente ha hecho bajar de la nube, de forma traumática, a mucha gente. Ya no vale con sentirse parte de una clase media que, para mucho o para poco, tenía unos mínimos asegurados. La población es cada vez más consciente de que sólo hay dos clases: los de arriba, que lo tienen casi todo, y los de abajo, que apenas disfrutamos de nada. Y no puede olvidar que, quien toma conciencia de que no tiene nada que perder, rápidamente deja a un lado cualquier miedo.

Decía Goebbels que una mentira repetida mil veces se transforma en verdad. Es el único sentido que tiene repetir hasta la saciedad que las huelgas no sirven para nada. Sin embargo, detrás de aquella insistencia sólo se esconde el interés de un Gobierno cómplice de las grandes oligarquías financieras y empresariales que desea que las huelgas no tengan efecto. Sólo así puede entenderse que éste afronte la huelga general como un problema de orden público, que en vez de negociación ofrezca violencia de Estado gratuita contra manifestantes pacíficos, a quienes hiere y detiene[5] sin más sentido que el de fomentar un miedo irracional.

Quizás pronto regresen aquellos tiempos en los que quien decida ir a trabajar un día de huelga -sin presión de sus jefes-, tenga que inventarse de nuevo excusas creíbles; que se le caiga la cara de vergüenza por reconocer su insolidaridad; o, mejor aún, quien ayer presumía de ejercer su derecho a trabajar recuerde que esta huelga general se hizo por reclamar ese mismo derecho para los millones de ciudadanos europeos que se ven privados de un empleo digno, y sea consecuente.


[1] http://www.20minutos.es/noticia/1646885/0/huelga/europa/manifestaciones/
[2] http://www.eleconomista.es/publicidad/acierto/economia/noticias/4400675/11/12/el-gobierno-dice-que-mantendra-sus-politicas-tras-la-huelga-general-del-14n.html
[3] http://www.publico.es/espana/440996/rajoy-cede-a-las-presiones-y-prorroga-el-subsidio-de-400-euros
[4] http://www.eldiario.es/miradaalmundo/Wall-Street-Journal-Espana-importante_6_69353067.html
[5] http://www.que.es/ultimas-noticias/espana/201211141639-huelga-general-detenidos-cargas-policiales-cont.html

Un año de Diccionario de la Crisis

El Diccionario de la Crisis cumple su primer año en este blog. Durante este tiempo, un importante número de términos eufemísticos, relacionados con la actual situación de crisis, han sido revisados en este proyecto.

Aunque llevaba un tiempo gestando la idea de crear algún tipo de diccionario dedicado a los eufemismos con los que diariamente nos bombardean los medios de comunicación, fue la deposición del primer ministro Papandreu lo que aceleró la creación del Diccionario de la Crisis. Un artículo sobre el nuevo rumbo antidemocrático que abiertamente está tomando la Unión Europea, a la que ya no basta con enviar "hombres de negro" a los estados intervenidos, sino que se permite poner y quitar gobernantes a placer, permitió entrever que un importante número de lecturas partían de la búsqueda de un término común: tecnócrata.

Una de las principales herramientas de cualquier bloguero que se precie es la sección de estadísticas. No es sólo cuestión de alimentar el ego propio al contabilizar el número de visitas, sino de observar y comprender qué entradas interesan realmente a los lectores y, por otro lado, qué los hace acudir -en el caso que nos ocupa- a este modesto sitio inmerso en un Internet tan saturado de información. Un análisis rápido de los accesos a El Faro de la Colina permite concluir que un importante número de visitas a través de buscadores llegan a través de toda una colección de términos que habían sido puestos de moda a raíz de la actual crisis, como el anteriormente señalado.

Dicho de modo modo, los visitantes a este blog buscan principalmente satisfacer su curiosidad, aclarar el significado de neologismos y eufemismos repetidos por los medios y los gobernantes para justificar las acciones de estos últimos pero que, en última instancia, no explican nada. La idea del diccionario, por tanto, comenzaba a cobrar cada vez más sentido. En todo caso, es de justicia reconocer la existencia de ideas similares; no obstante, personalmente echaba en falta un medio que compilase las explicaciones de la terminología de la crisis que, en muchos de sus artículos, desarrollan economistas y sociólogos de la talla de -entre otros- Vicenç Navarro, Juan Torres o James Petras.

Como sugerí en párrafos anteriores, la actual crisis es el origen de la necesidad de muchas personas de entender más allá de lo que los grandes medios sugieren -o adoctrinan-, de ahí que la denominación más justa para este proyecto fuese precisamente Diccionario de la Crisis. Quedaba la tarea de dar forma al diccionario. Para ello se partió de la premisa de que éste estuviese dirigido a la gente normal, a quienes buscan por mera curiosidad la definición de algún concepto relacionado con el lenguaje de la crisis. Es decir, el Diccionario de la Crisis debía huir de cualquier proselitismo, por lo que se intentaría que las definiciones fueran comprensibles por la mayoría. No se trata de plantear un medio alternativo, sino una herramienta que dispute el significado de las cosas al discurso oficial que permita, de ese modo, satisfacer el deseo de la gente de encontrar elementos que les ayude a comprender la realidad.

Otra cuestión era el formato de las entradas al diccionario. Aquí la clave era respetar la normalización de lo que es una fuente de definiciones. Para ello, se tomó como modelo el diccionario de la RAE, que mantiene un formato sobrio pero perfectamente comprensible, al que se añadió el detalle visual de las viñetas relacionadas con la entrada. Si la idea del Diccionario de la Crisis es ofrecer un significado fuera de eufemismos de los términos en boga a causa de la crisis, una imagen serviría para reforzar el elemento de comunicación que se trata de construir en cada entrada. Para eso, nada mejor que el humor y la ironía. De ahí que, por ejemplo, para el primer término del diccionario -tecnócrata- se utilizase la conocida imagen de Mafalda explicando que no es lo mismo un "país independiente" que un "país in the pendiente", un juego de palabras que da a entender que la imposición de un tecnócrata implica una clara pérdida de independencia y, por tanto, soberanía.

A día de hoy, el Diccionario de la Crisis es una de las secciones más dinámicas de este blog, absorbiendo un importante porcentaje de visitas. La actual crisis, cuya solución aún se ve lejana en el tiempo, seguirá generando eufemismos y demás términos de interés para la mayoría de la gente con inquietudes. Es por ello, que este medio, desde su modesta posición, se ofrece como un proyecto en el que tenga cabida cualquier aportación por parte de los lectores que sirvan para esclarecer el significado real de los eufemismos de la crisis.

martes, 13 de noviembre de 2012

El Gobierno en un universo paralelo (donde la imagen de España lo es todo)

Se ha convertido en costumbre que los anuncios de grandes huelgas y movilizaciones en el Estado español sean criticados por el Gobierno con el argumento de que perjudican a la imagen de España. Al respecto, los medios internacionales hacen eco de los problemas que realmente afectan a aquella imagen son los relacionados con la ineficiencia de una casta gobernante instalada en la mediocridad y el clientelismo, cuyas consecuencias termina sufriendo la ciudadanía.

En la ciencia ficción es común describir los universos paralelos como lugares similares al nuestro pero con acontecimientos históricos diferentes a los que aquí hayan tenido lugar. La mayor parte de los autores de aquel género suelen imaginarse mundos en positivo, donde las miserias de la humanidad jamás han tenido lugar. Así, la correspondiente literatura cuenta historias de idílicos mundos a salvo de los horrores de la guerra y el hambre, quizás un planeta Tierra que jamás sufrió los espantos de Hiroshima y Nagasaki. En ese mismo contexto, de existir algún universo paralelo en el que haya una España a punto de salir de la crisis con paso firme, y todo lo que ello conllevaría, éste podría situarse en la Moncloa y la mayor parte de los Ministerios.

Y es que, mientras la Comisión Europea pronostica las peores previsiones económicas para España en los años venideros[1], la ministra Báñez insiste en ver "señales esperanzadoras" que marcan el fin de la crisis[2]. El problema de todo esto es que la ministra se basa en meras especulaciones, en palabrería cuyo argumento más sólido es el "capote" echado -según ella- por la Virgen del Rocío, "una aliada privilegiada"[3]. Quizás aún no se haya enterado la ministra, y el resto del Gobierno por extensión, que la fe, a pesar de ser algo respetable e indiscutible, no es válida para gobernar un país. Es justo recordar que el deseo de encontrar una salida a esta crisis que condena a familias a la pobreza es compartido por la mayor parte de los españoles, independientemente de sus creencias religiosas.

Frente a la esperanza del cambio se encuentra el pragmatismo de la realidad que, como todo el mundo sabe, es tozuda. De aplicar baños de realidad se encargan los poderes económicos más allá de las fronteras nacionales cuyos voceros, como el caso del The Wall Street Journal, no tienen inconveniente en afirmar que España puede ser rescatada pero no salvada[4], refiriéndose expresamente a la ineficiencia del partido gobernante. Nótese que se trata de un artículo escrito desde la Meca del neoliberalismo -nada sospechoso de antisistema- donde se denuncia la cantidad de contradicciones y despropósitos del actual Gobierno, citando ejemplos muy ilustrativos.

El descrédito a nivel internacional del Gobierno de España parece ser mayor del que se sospecha dentro de sus fronteras. Es realmente grave que la prensa extranjera se refiera abiertamente a la lacra del enchufismo y el clientelismo como frenos del desarrollo económico y social del Estado, llegando a calificar a la mayoría de los políticos españoles que han pasado por el poder como "mediocres". Es necesario insistir que estas críticas surgen de los grandes medios de prensa afín al establishment internacional, los mismos que aplauden la reducción del déficit -a cualquier costa-, los recortes o salvajes reformas laborales. Ahora bien, a pesar de la ausencia de reparos por parte de aquellos medios en señalar abiertamente la mediocridad del actual Gobierno de España, parece ser que éste no se da por enterado.

Para el presidente Rajoy parece que todo se reduce a una cuestión de imagen. Se insiste en entes incomprensibles como "la marca España" en un país en el que se multiplica el número de suicidios a causa de la crisis, en el que la preocupación sobre el "qué dirán" roza el ridículo cuando España desgraciadamente toca fondo en demasiadas cuestiones. La obsesión por lo estético se convierte en un sinsentido que sólo puede corresponder a quienes navegan sin brújula, sin norte, que parecen anhelar el "España va bien" aznariano a base de insistir en una imagen, una sombra del pasado, un Gobierno que tan sólo sabe hablar de  la "herencia recibida".

Pero, ¿acaso no se encuentra bastante deteriorada ya la imagen de España? Con la convocatoria de la huelga general de noviembre de 2012 se volvió a repetir el ya tradicional ritual, por parte de Gobierno y sus aliados naturales, de encomendarse a la imagen de España para mostrar su rechazo[5][6][7]. Parece ser que aún no se han enterado de que las movilizaciones son consecuencia, y no causa, de la depauperada imagen de aquello llamado España, que poco sentido tiene cuando sus ciudadanos no cuentan para nada.

Y ése es el principal problema, mientras la opinión pública internacional comienza a empatizar con la ciudadanía, el Gobierno se enroca en su postura de darle la espalda. Prueba de ello es que cuando en el extranjero las acciones simbólicas de apropiación de alimentos de primera necesidad fueron vistas como actos de un Robin Hood moderno[8], los ministros de Justicia e Interior españoles unían fuerzas para perseguir a Sánchez Gordillo[9]. Eso sí, presuntos ladrones de guante blanco campan a sus anchas, creando en la población la sensación de que existe una justicia para los ricos y otra para los pobres.

La imagen de la España del pelotazo, la de los desahucios, la del récord de desempleo, la de la violencia de Estado contra quienes se manifiestan exigiendo más democracia es la realmente significativa. De poco vale ganar mundiales y eurocopas, o pedirle al Papa que rece por España[10] cuando el Jefe de Estado alcanza la fama mundial gracias a su afición a la caza de elefantes. ¿De verdad se preocupan por la imagen de España? Que expliquen entonces cómo es posible que España aún tenga tantos fallecidos anónimos enterrados en cunetas mientras partidos golpistas siguen legalizados, así como toda la simbología de un pasado afín al nazismo y al fascismo.

Les preocupa el impacto en la imagen de España de una huelga general, pero no son lo bastante honestos para reconocer que el pueblo se moviliza a causa de los recortes que crean precariedad, de la reforma laboral que fomenta el desempleo y obliga a tantos jóvenes a emigrar. ¿Qué imagen acaso da un ministro que ve con buenos ojos la fuga de cerebros del país?[11].

Si se trata de imagen parece que nadie allende las fronteras está dispuesto a dar un céntimo por la España actual. Una España necesitada de una urgente regeneración de todas sus estructuras de poder, necesariamente de cara al pueblo, tal que se gobierne para el interés de la mayoría, no de los llamados mercados. Es cuestión de algo más que imagen. Se trata de democracia.


[1] http://maspublico.com/2012/11/07/bruselas-confirma-el-peor-escenario-para-espana-mas-recortes-y-mas-paro/
[2] http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/29/economia/1351524336.html
[3] http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/banez-invoca-virgen-para-salir-crisis/1430276/
[4] http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204840504578086224291581676.html?mod=googlenews_wsj
[5] http://www.20minutos.es/noticia/1622293/0/rajoy/huelga-general/imagen-espana/
[6] http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/12/espana/1352740335.html
[7] http://www.publico.es/445292/wert-califica-de-incomprensible-la-huelga-general
[8] http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/spain/9467635/Spanish-mayor-hailed-as-modern-day-Robin-Hood.html
[9] http://www.europapress.es/nacional/noticia-ministro-interior-ordena-arresto-sanchez-gordillo-20120808135722.html
[10] http://www.publico.es/espana/444291/el-ministro-del-interior-pide-al-papa-que-rece-por-espana
[11] http://www.publico.es/espana/444186/el-gobierno-avala-la-teoria-de-wert-la-fuga-de-cerebros-no-es-negativa