Pocas descripciones de la sociedad que vivimos superan a la contada en la letra de esta canción de Nega[1]. Un magnífico relato de nuestra condición de rebaño de supervivientes de una crisis inherente al sistema económico imperante del cual, en vez de desafiar, aceptamos sus contradicciones para convertirnos en cómplices pasivos en pos del consumo y el miedo.
En este mundo de llanto, de trepas y vulgares,
es la soledad y el desencanto lo que llena los bares.
Desigualdades, odio, Oriente Medio sigue en guerra
mientras Paquita se deja la pensión en la tragaperras.
En esta era del miedo masivo, la tele nos maneja,
donde el Euribor rompe enamoradas parejas.
Somos un rebaño de ovejas que sufre miopía,
no somos seres humanos, somos recursos, mercancía.
Cruel dicotomía, abrazos despedidas,
colas en el Inem de parados con la mirada perdida.
Lágrimas al funcionario que estudie bien tu caso,
mientras bajo el puente en Campanar inmigrantes duermen al raso.
Qué fracaso de sociedad, cada persona un islote,
madres solteras que hacen lo indecible por salir a flote.
Hacen falta Quijotes, que traigan conquistas,
es decir, hacen falta locos, hacen falta idealistas.
Cierro los ojos y aún me veo entre sus butacas,
derribaron el viejo cine y hoy es un Starbucks.
Pijas venden glamour, en garitos de La Alameda,
mientras en el puerto otras venden su cuerpo por unas monedas.
Así es la vida, nos dicen los de arriba,
y de tanto escucharlo interiorizamos la mentira.
Otros no encuentran salida y terminan con ese daño:
55.000 europeos se suicidan por año.
¿Y qué más da? si a la estructura de poder le da lo mismo,
y si hay que buscar un culpable la culpa será del terrorismo.
Y el rico más rico, preso del miedo, la histeria,
y el pobre convertido en atracción de feria.
Va a empezar el baile, va a empezar el baile,
vuestra democracia es un fraude.
Es obvio, grises son las circunstancias,
la vida puede ser maravillosa pero es rancia.
Sobredosis, ambulancias, seres humanos, ilegales,
dicen algunos que colapsan las urgencias y los hospitales.
Lo dice el pepero, el militar y el beato,
mientras una ecuatoriana limpia su casa sin contrato.
Exacto, es la doble moral burguesa,
¿mi niña con un sudaca? No, mi niña es una princesa.
Me cago en la libre empresa, y en la ley de extranjería,
¿extranjeros fuera? que empiecen por la Reina Sofía.
Otra cárcel fría, otro borracho en la plaza,
otra carnicería en la Franja de Gaza,
otra caza al terrorista, otra víctima civil,
otro inmigrante muerto en dependencias de la Guardia Civil,
otro misil inteligente que vuela un bloque de viviendas,
otra vez me roba hacienda, otra mentira en tele-tienda,
felices con la venda puesta.
Y los medios filtran preguntas para evitar incómodas respuestas.
Más bibliotecas, menos cuarteles,
coge a tu chati vete al campo y apaga la tele.
Va a empezar el baile, va a empezar el baile
Vuestra democracia es un fraude.
es la soledad y el desencanto lo que llena los bares.
Desigualdades, odio, Oriente Medio sigue en guerra
mientras Paquita se deja la pensión en la tragaperras.
En esta era del miedo masivo, la tele nos maneja,
donde el Euribor rompe enamoradas parejas.
Somos un rebaño de ovejas que sufre miopía,
no somos seres humanos, somos recursos, mercancía.
Cruel dicotomía, abrazos despedidas,
colas en el Inem de parados con la mirada perdida.
Lágrimas al funcionario que estudie bien tu caso,
mientras bajo el puente en Campanar inmigrantes duermen al raso.
Qué fracaso de sociedad, cada persona un islote,
madres solteras que hacen lo indecible por salir a flote.
Hacen falta Quijotes, que traigan conquistas,
es decir, hacen falta locos, hacen falta idealistas.
Cierro los ojos y aún me veo entre sus butacas,
derribaron el viejo cine y hoy es un Starbucks.
Pijas venden glamour, en garitos de La Alameda,
mientras en el puerto otras venden su cuerpo por unas monedas.
Así es la vida, nos dicen los de arriba,
y de tanto escucharlo interiorizamos la mentira.
Otros no encuentran salida y terminan con ese daño:
55.000 europeos se suicidan por año.
¿Y qué más da? si a la estructura de poder le da lo mismo,
y si hay que buscar un culpable la culpa será del terrorismo.
Y el rico más rico, preso del miedo, la histeria,
y el pobre convertido en atracción de feria.
Va a empezar el baile, va a empezar el baile,
vuestra democracia es un fraude.
Es obvio, grises son las circunstancias,
la vida puede ser maravillosa pero es rancia.
Sobredosis, ambulancias, seres humanos, ilegales,
dicen algunos que colapsan las urgencias y los hospitales.
Lo dice el pepero, el militar y el beato,
mientras una ecuatoriana limpia su casa sin contrato.
Exacto, es la doble moral burguesa,
¿mi niña con un sudaca? No, mi niña es una princesa.
Me cago en la libre empresa, y en la ley de extranjería,
¿extranjeros fuera? que empiecen por la Reina Sofía.
Otra cárcel fría, otro borracho en la plaza,
otra carnicería en la Franja de Gaza,
otra caza al terrorista, otra víctima civil,
otro inmigrante muerto en dependencias de la Guardia Civil,
otro misil inteligente que vuela un bloque de viviendas,
otra vez me roba hacienda, otra mentira en tele-tienda,
felices con la venda puesta.
Y los medios filtran preguntas para evitar incómodas respuestas.
Más bibliotecas, menos cuarteles,
coge a tu chati vete al campo y apaga la tele.
Va a empezar el baile, va a empezar el baile
Vuestra democracia es un fraude.
[1] "Baile de máscaras" de la maqueta Geometría & Angustia (2008).
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