Según el ministro de Educación, parece ser que fascista es quien realiza una protesta pública en contra de las decisiones antisociales de su Gobierno. Esta abuso del lenguaje no debe entenderse como accidental, sino como una práctica planeada de apropiación de términos manejados habitualmente por los sectores más progresistas, vaciándolos de contenido.
Una de las virtudes del lenguaje castellano es su riqueza de expresiones coloquiales para indicar con elegancia e ingenio determinadas situaciones contradictorias. Asi, sería perfectamente aplicable aquella de "vino a saltar un cojo" o la aún más castiza "habló de putas La Tacones" a la ocurrencia de José Ignacio Wert de calificar de fascistas a quienes lo abuchearon en un reciente acto público[1]. Tenía que ser de Educación el ministro que utilizase tal calificativo con una ciudadanía enfadada ante las medidas que él viene firmando desde su privilegiado puesto.
A pesar de la sucesión de despropósitos que acumula en este año de legislatura, hay que decir que Wert no es tonto, en absoluto. En realidad es un perfecto estratega que ha asumido su rol en un ejecutivo que tiene muy claro el modelo de sociedad que pretende imponer. No en vano, Wert es uno de los cachorro de la FAES, alma ideológica del partido en el poder que, como tal, sigue a pie juntillas el pensamiento neoliberal más ortodoxo.
Como acertadamente afirmase Pablo Iglesias Turrión, los partidos se ganan en defensa y se pierden en ataque. El papel de Wert en esta legislatura es equivalente al de Pepe, el defensa del Real Madrid, en sus mejores tiempos. El defensa central del juego peligroso, las agresiones fuera de lugar y las tarjetas rojas, todo con tal de condicionar el juego de ataque rival, encuentra su reflejo en el actual ministro de Educación. Así, Wert ha demostrado su condición de provocador nato cuando afirma sin tapujos la necesidad de españolizar a los alumnos catalanes[2], respondiendo a las críticas que él es "como el toro brazo, que se crece con el castigo"[3]. Si Pepe ha sido tradicionalmente objetivo de los abucheos del público rival, Wert lo es de la comunidad educativa. Ambos por méritos propios, pero dentro de una estrategia perfectamente definida.
Al igual que Pepe llegó a ser la cara más antipática del Madrid, Wert es el ministro peor valorado en esta legislatura[4]. Sin embargo, hasta aquí llegan las comparaciones, pues la educación es algo mucho más serio que una liga de fútbol. La estrategia encomendada a Wert plantea objetivos con muchas implicaciones que un simple trofeo. No es casual que tenga la cartera de Educación. Hace ya muchos años que los pensadores neoliberales comprendieron que el control del sistema educativo conlleva el control de la sociedad misma[5].
Este Gobierno, fiel ejecutor de los deseos de las grandes oligarquías neoliberales, juega en defensa. La antigua aspiración de imponer una enseñanza pensada para domesticar a los ciudadanos y convertirlos en una masa borreguil que acepte sin rechistar los designios de la clase dominante. Para ello, acentúa el proceso de conversión de las escuelas en centros de adoctrinamiento "en tanto que imponen la obediencia, bloquean todo posible pensamiento independiente e interpretan un papel
institucional dentro de un sistema de control y coerción"[6].
A pesar de las tradicionales deficiencias de los planes de estudios de las últimas décadas, en la actualidad hay demasiado hijo de trabajador con estudios, con potencial para pensar. Mayo del 2011 demostró que la conciencia de clase puede llegar a despertarse entre tanta mente distraída con el fútbol y la televisión basura. En aquella ocasión se trató de un aviso llamado "indignación", pero en cualquier momento podría convertirse en firmes exigencias de cambio, como viene
advirtiendo la sucesión de movilizaciones y "mareas" que últimamente vienen
produciéndose. En un modelo de sociedad inspirado en Eurovegas (ladrillo y hostelería) sobran los "cerebros" y, por supuesto, la gente que
piensa por sí misma.
A una ciudadanía que renuncia al ejercicio de pensar es sencillo manipularla con eslóganes, con palabras previamente vaciadas de su significado. En tal situación, se utilizan términos como "democracia" o "libertad" para referirse exclusivamente a los derechos de los poderosos y sus capataces, cuando poca democracia y libertad disfruta una ciudadanía con miedo al desempleo y a la precariedad. Ya advertía Chomsky que a mayor fuesen las carencias democráticas de un sistema, más se les llenaría la boca de la palabra "democracia" a sus gobernantes. El juego en defensa de la clase dominante se demuestra con el continuo secuestro del lenguaje[7], hecho que refuerza mediante el control de los principales medios de comunicación.
Wert da una nueva vuelta de tuerca en su estrategia de jugar en defensa al querer apropiarse de la palabra "fascismo". Ya no son fascistas quienes apoyaron en su día un golpe de Estado contra un gobierno legítimo, ni quienes dejaron en las cunetas a cientos de miles de españoles contrarios a sus ideas, o quienes se niegan a condenar esos hechos. Ahora, según el ministro, fascista es todo aquel que, como último recurso, recurre a los abucheos para demostrar su disconformidad con unas políticas antisociales impuestas a golpe de mayoría absoluta. Protestas que, sin cortarse ni un pelo, utiliza el ministro como justificación de sus políticas a partir un extraño silogismo según el cual, si la gente la abuchea es que está mal educada y por tanto, hay que reformar el sistema educativo. En este mundo al revés, los gobernantes que ignoran al pueblo se atreven a dar lecciones sobre argumentación y diálogo. Aunque quizás también sea porque, en aquella ocasión, el ministro iba acompañado del presidente de la Patronal[8], la clase dominante española para quienes el diálogo siempre está abierto, y con un sí seguro por respuesta.
[1] http://noticias.lainformacion.com/educacion/ensenanza-y-aprendizaje/wert-dice-que-el-boicot-fascista-a-su-conferencia-evidencia-que-urge-la-reforma-educativa_7zRIh23e7jY3hUx8v8RWN5/
[2] http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/wert-centra-reforma-espanolizar-los-alumnos-catalanes-2265398
[3] http://politica.elpais.com/politica/2012/12/06/actualidad/1354801261_080388.html
[4] http://politica.elpais.com/politica/2012/03/03/actualidad/1330782952_903947.html
[5] Noam Chomsky (2012): La (des)educación. Ed. Crítica.
[6] Ibid., 8.
[7] http://www.publico.es/culturas/22498/la-derecha-ha-secuestrado-el-lenguaje
[8] http://noticias.lainformacion.com/educacion/ensenanza-y-aprendizaje/wert-dice-que-el-boicot-fascista-a-su-conferencia-evidencia-que-urge-la-reforma-educativa_7zRIh23e7jY3hUx8v8RWN5/
No hay comentarios :
Publicar un comentario