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miércoles, 27 de mayo de 2015

La concepción de democracia de los grandes poderes

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Fuente: Público
Advierte el presidente de la CEOE, Juan Rosell, a los próximos dirigentes autonómicos y municipales que "una cosa son las campañas y los eslóganes", y otra la gestión en los despachos, donde "todo tiene un coste". Según su punto de vista, los políticos deben olvidarse de los programas electorales y ver cuál es la realidad pues "nos hemos de seguir adaptando a las necesidades de los mercados nacionales e internacionales". Convendría cuestionar a este señor por la concepción de democracia de los grandes poderes a los que él representa. Reducir la voluntad de todo un pueblo a los intereses de los mercados equivale a aceptar una dictadura, no dirigida por generales sino por tecnócratas. La obediencia a sus dictados sólo han servido para destruir derechos básicos e incrementar la brecha entre ricos y pobres. La democracia ha de ser cosa de los pueblos, jamás de los mercados.

viernes, 22 de mayo de 2015

Cuando el miedo se transforma en basura

A más amenazados se sienten los poderes fácticos, con más intensidad se aplicarán sus sirvientes para defenderlos. Es la historia de siempre reeditada en una época convulsa donde un régimen en crisis se resiste a dar paso a alternativas transformadoras. Así, los clientes de aquellos poderes, ya sean los de toda la vida o quienes transitoriamente se benefician de alguna migaja, velarán armas con tal de defender el estatus de sus amos.

A dos días de las elecciones acabo de recibir varias imágenes muy representativas del juego sucio que se está llevando a cabo durante esta campaña. En concreto, éstas hacen referencia a la provincia de Cádiz, donde han aparecido carteles sin firmar con afirmaciones que pretenden empañar la imagen del principal polo electoral que ven como competencia: Por Cádiz Sí Se Puede y Ganemos Jerez.

Hemos oído a candidatos de otros partidos retomar durante la campaña los recurrentes eslóganes de siempre, básicamente consistentes en utilizar en una misma frase ETA y/o Venezuela y realizar tantas permutaciones como permita el idioma. En todo caso, lo decían personas públicas, perfectamente conocidas e identificadas, gente que es de imaginar que tendría que tragarse su sentido del ridículo -si aún le queda- para decir tales despropósitos carentes de argumentos.

Posiblemente espoleados motu proprio por la actitud de aquellos gurús electorales, tanto en Jerez como en Cádiz, hay quien puso impresoras a funcionar para poblar de ridículos carteles los parabrisas de los coches aparcados en las calles y las farolas y muros de esas ciudades.

Así, en Jerez nos advierten del Apocalipsis cofrade con un contundente "Con Ganemos Jerez la sentencia está tomada: la Semana Santa se acaba". No importa que los líderes de Podemos hayan clarificado ese asunto mil veces[1], o que incluso algún candidato se haya declarado seguidor de la Semana Santa[2], que la idea de los autores del cartel es atacar a la sensibilidad religiosa de los posibles votantes de Ganemos Jerez. Juego sucio, sin duda.

Sin embargo, no deja de ser paradójico que los mismos que intentan asustar por el hipotético final de la Semana Santa no pregunten a aquellos líderes del bipartidismo que visten peineta y mantilla[3] y pasean en procesiones[4] por la actual situación de muchísimas familias, sumidas en el paro, la miseria y la precariedad. Creo que todos estaremos de acuerdo en que aquello de dar de comer al hambriento es aún más cristiano que la devoción nazarena.

Continuando con la ronda de carteles que pretenden tomar el pelo a gaditanos y jerezanos, nos encontramos con otro que afirma que "su propuesta [, la de una candidata de Por Cádiz Sí Se Puede,] para el servicio de autobuses hará que el billete suba hasta 1,80 euros". Así, a palo seco, sin datos que lo confirmen, nada. Queda claro que si el bipartidismo no necesita -ni cumple- programa electoral[5], tampoco va a leerse el de los demás, donde el partido aludido indica claramente su disposición a "promover el uso mayoritario del transporte público urbano e interurbano".

Para el final dejamos el cartel que demuestra la nula cultura política de sus autores, quienes mezclan conceptos como el anarquismo con los de comunismo, leninismo y trostkismo. Se ve que se quedaron sin espacio porque no pusieron lo de bolivarianos, tan de moda en la jet-set del bipartidismo y derivados.

En definitiva, nos encontramos ante una reedición con impresoras a color de los clásicos asustaviejas donde, en esta ocasión, lo que pretenden robar es el voto mediante el miedo y la difamación. Un reflejo del miedo propio de una casta que, tras años de indiscutible hegemonía, ve peligrar sus privilegios y, quienes les sirven, temen por las redes clientelares que los sostienen. Las reglas del fair-play en la política, de la elegancia, pasan a un plano inferior cuando para algunos hay tanto en juego. Tienen miedo de lo que Julian Assange define como "el primer partido político del siglo XXI"[6] pero, sobre todo, del ciudadano rebelde que viene a desafiar a quienes se apropian del Estado para gobernar de espaldas al pueblo.

No queda otra que combatir con democracia esos comportamientos cobardes y cicateros de esos apéndices del actual régimen, los mismos que mañana podrían enarbolar banderas con simbología tipo Amanecer Dorado. El presente y, sobre todo, el futuro de cualquier movimiento político de signo transformador pasa por ese continuo ejercicio de didáctica democrática para que cualquier afirmación sin fundamentos, por tanto basura, sea automáticamente rechazada por la sociedad.


[1] "Podemos tranquiliza a los sevillanos: "No vamos a quitar la Semana Santa"". Expansión, 17 de enero de 2015.
[2] "Kichi: “Me he criado con la Semana Santa, cómo vamos a prohibirla”". Cádiz Directo, 6 de abril de 2015.
[3] "Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal lucieron mantilla y peineta en el Vaticano". ABC, 13 de octubre de 2012.
[4] "Cuando Susana Díaz no era rubia e iba de procesión con Fran Rivera". Libertad Digital, 19 de marzo de 2015.
[5] "Esperanza Aguirre se presenta a las elecciones sin programa electoral". El Diario, 19 de mayo de 2015.
[6] "Julian Assange: “Podemos es el primer partido político del siglo XXI”". EBR, 22 de mayo de 2015.

martes, 19 de mayo de 2015

Cuando la libertad de expresión es cuestionada

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Fuente: El Diario
Quizás sea ahora el momento de que la sociedad española demuestre la madurez que se le presupone y se plantee un debate abierto, sin miedos, odios ni rencores sobre dos realidades que últimamente llevan chocando en demasiadas ocasiones: el fantasma del terrorismo y el derecho a la libertad de expresión. El terrorismo es, sin duda, una lacra sufrida por nuestra sociedad que ha de ser condenada sin paliativos en todas sus variantes. No obstante, es triste observar cómo el derecho a la libertad de expresión queda ahogado ante un exceso de celo por parte de ciertos protagonistas de nuestro ecosistema social. El problema de la redacción de leyes contra el "enaltecimiento del terrorismo" y la "humillación a las víctimas" es que no delimitan claramente las fronteras de lo que puede ser y lo que no. El caso del cantante César Strawberry es icónico al respecto, pues su detención por opinar en las limitadas líneas que ofrece Twitter refleja ese exceso de celo que, por supuesto, de ningún modo supone quitar de nuestras calles a un tipo peligroso que amenace nuestras vidas. La Historia nos recuerda que detener a personas simplemente por opinar nos puede conducir a ese Gran Hermano cuya novelística Policía del Pensamiento censure y castigue a quien no sea políticamente correcto, sobre todo cuando la incorrección se llega a identificar con el terrorismo. Desgraciadamente, el hambre, la miseria, la desigualdad -formas de terrorismo económico- no entran en el lenguaje de lo incorrecto, así que no hay noticias de que sus culpables vayan a ser detenidos.

lunes, 18 de mayo de 2015

La mala idea de copiar un modelo de universidad injusto

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Fuente: El Boletín
El hecho de que un candidato a la presidencia de una comunidad autónoma proponga, en plena campaña electoral, copiar un modelo de universitario a todas luces injusto -y desfavorable a la mayoría de la población- indica el nivel de sumisión de una gran parte de sociedad hacia los intereses de los grandes poderes. Su propuesta de dar líneas de créditos a los estudiantes universitarios para que puedan pagarse sus estudios es una sutil manera de condicionar el futuro laboral de unos jóvenes que, una vez terminados sus estudios, tendrán la urgencia de trabajar en lo que sea y como sea con tal de saldar sus deudas; es decir, más precariedad. Hay que tener en cuenta que, aunque -sin leer la letra pequeña- se indique que sean préstamos sin intereses para los estudiantes, la realidad es que éstos serían condonados por la administración, siendo aquélla la responsable de su abono a los bancos privados que provean la financiación; es decir, nos encontramos ante una nueva herramienta de trasvase de dinero público a entidades privadas. Además, vista la tendencia al alza de los precios de las matrículas, no es de extrañar que esta medida sirviese para estimular -según las leyes del libre mercado- nuevos incrementos en las tasas universitarias, creando un círculo vicioso que obligaría aún a más jóvenes -y sus familias- a endeudarse para poder pagar sus estudios. Por último, no podemos olvidar el evidente fracaso de esta medida en los EEUU, pionero en el préstamo universitario, donde existe actualmente una burbuja de jóvenes endeudados para pagar sus estudios.

domingo, 17 de mayo de 2015

ONG, geoestrategia y otros eufemismos vistos desde Rusia

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Fuente: LibreRed
Rusia es el nuevo enemigo de Occidente, al menos es lo que los grandes medios de comunicación tratan de inculcar a las poblaciones a base de transformar la figura de Putin en una reedición del zar Iván el Terrible. No sin razón, la política doméstica del líder ruso es realmente cuestionable: desde el impulso de la homofobia hasta el tratamiento del asunto checheno. No obstante, hay que recordar que los únicos "tiranos" que históricamente han molestado a Occidente han sido aquéllos que se han negado a ceder el control de sus recursos a las multinacionales occidentales. Las principales diferencias de Putin con Boris Yeltsin, aparte del evidente menor nivel de alcoholismo, han sido su decisión de nacionalizar parte de los sectores estratégicos y su política de independencia frente a los intereses otanistas. Con ello, hay que comprender que con el golpe de Estado en Ucrania se buscaba debilitar a Rusia pues, como diría Zbigniew Brzezinski, "Rusia sin Ucrania es un Estado normal; con ella es un imperio". La amenaza de balcanización de Rusia está ahí. Por eso, entre la espada y la pared, a Putin sólo le queda limitar las herramientas ofensivas de Occidente en su contra, ya sean directamente bélicas, lo que implica la reactivación de su industria militar, o estratégicas, como supone atar en corto las ONG financiadas desde el exterior, "que se usan como tapadera y bajo el pretexto de la cooperación y la defensa de la democracia y los Derechos Humanos". Geoestrategia en estado puro.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Hundiendo los portahelicópteros (y a miles de trabajadores franceses) por orden del poder norteamericano

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Fuente: RT
En su enésima paradoja, el mundo del libre mercado presiona a Francia para que rompa un contrato de venta de dos portahelicópteros, ya pagados, a Rusia. Siguiendo el abecé de la geoestrategia, la postura de Francia ejemplifica una Europa sumisa al gran poder norteamericano, que antepone los intereses del gigante del Norte a los de la industria nacional francesa, la cual queda totalmente en entredicho tras este incumplimiento de contrato. La única respuesta del gobierno francés al respecto es la sugerencia de "hundir los portahelicópteros" y, con ello -aunque no lo digan- a todo un sector industrial y a los miles de trabajadores franceses de dependen de aquélla. ¿El resultado? Menos competencia para los fabricantes de armas de capital estadounidense.