Páginas

jueves, 1 de enero de 2015

#FelizRevoluciónDemocrática2015

Transcripción del mensaje de Ada Colau para el entrante 2015, año en el que la revolución democrática es por fin posible. Un posibilidad que depende de cada uno de nosotros, de nuestra decisión, como en Matrix, de elegir la pastilla azul de la complacencia con los grandes poderes (y creernos los cuentos sobre una salida de la crisis mientras la realidad nos muestra una población cada vez más precarizada) o la roja de la libertad y la soberanía popular.
Este año que empieza, 2015, podemos hacer historia. Nosotros, la gente normal podemos ganar. Hace ya mucho tiempo que en todo el planeta millones de personas estamos denunciando que la situación es insostenible. Vivimos en un mundo cada vez más desigual e injusto, un mundo que todo lo mercantiliza donde si no tienes dinero no eres nadie, un mundo donde cada año mueren miles de niños de hambre a la vez que tiramos toneladas de comida a la basura, un mundo absurdo donde cada vez somos más gente y, sin embargo, cada día nos sentimos más solos.
Desde las élites nos quieren hacer creer que esto es lo que hay, que no hay alternativa. Hoy quien tiene poder, tiene mucho poder, y tiene un guión escrito. Según ese guión, hay una minoría destinada a ser cada vez más rica a costa de empobrecer a la mayoría de la población y sin embargo nosotros, la gente sencilla tenemos, un gran poder: y es que somos mayoría. Si nos lo creemos y nos organizamos, hay una revolución democrática en curso que es ya imparable. De hecho, en los últimos años, la ciudadanía ya va muy por delante de las instituciones. En España, en 2011 perdimos el miedo y salimos masivamente a la calle, desafiamos la versión oficial y les gritamos que no nos representan y que esto no es ninguna crisis, es una enorme estafa. Desde entonces, hemos demostrado que lo imposible podía ser posible, hemos demostrado que se pueden parar miles de desahucios, que se puede detener la privatización de la sanidad en Madrid o que se puede tumbar una ley machista como la Ley Gallardón.
Ahora empieza 2015, un año electoral, y tenemos el reto de demostrar que también se pueden ganar las instituciones. La primera cita serán las municipales de mayo de 2015, y en Barcelona, miles de personas nos hemos ilusionado con la posibilidad de ser punta de lanza de esta revolución democrática, una revolución que no pretende ser una simple toma del poder sino, ante todo y sobre todo, un cambio profundo de los valores imperantes. Podemos ganar y demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera. Frente a la lógica de la competitividad, la privatización y la especulación, queremos recuperar la ciudad para su gente, promoviendo la cooperación, la justicia social y la corresponsabilidad. Queremos acabar con la corrupción y con las malas prácticas en la política pero, sobre todo, queremos poner la vida y la dignidad de la gente en el centro de toda política pública. Para ello será necesario priorizar los objetivos por delante de las siglas y sumar al máximo número de gente posible con amplitud de miras, con valentía y con mucha generosidad.
Hemos descubierto que tenemos mucho más poder del que nos querían hacer creer. El miedo, por fin, ha cambiado de bando y ahora intentarán ridiculizarnos, criminalizarnos y censurarnos. Por ello, más que nunca, habrá que ser valientes y habrá que persistir por nosotros, por nuestro presente pero, sobre todo, por nuestros hijos y nuestras hijas. Estad atentos, cada uno desde donde esté, porque todo el mundo puede y debe ser protagonista.
Feliz revolución democrática 2015.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario