Por mucho que los medios mayoritarios intenten esconderlo, las Marchas por la Dignidad han sido un éxito. Mañana, prensa, tertulias y telediarios se limitarán a hablar de los disturbios al cierre de la jornada, silenciando así la presencia de casi dos millones de personas en las calles de Madrid y los motivos que les hicieron reunirse allí. Sin embargo, este sábado ha supuesto un punto de inflexión que bien seguro marcará próximas movilizaciones. Un cambio en la mentalidad de las mayorías se está dando, una toma de conciencia que se refleja en un significativo "pan, trabajo y casa", lema revolucionario donde los haya, que viene a superar a las tímidas -y aún así necesarias- consignas asépticas de los primeros días del 15M: síntoma de un naciente proceso de regeneración democrática que aspira a triunfar sobre el agonizante régimen actual.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario