Este artículo plantea, desde la perspectiva de la Europa mediterránea, lo absurdo de conceder el Nobel de la Paz a la Unión Europea del neoliberalismo, artífice del crecimiento de la pobreza y las desigualdades sociales entre sus ciudadanos, que no duda en apoyar derrocamientos de gobiernos por la fuerza, como el reciente caso de Libia.
La revista de humor científico Annals of Improbable Research celebra cada año una ceremonia en la Universidad de Harvard donde se otorgan premios a los trabajos de investigación que, según los organizadores, "primero hacen reír a la gente, y luego le hacen pensar"[1]. Concebidos como una sátira a los prestigiosos premios Nobel, los premios Ig Nobel son una crítica velada la la trivialidad en el mundo de la ciencia, la técnica y las humanidades.
Si, tal como dispuso Alfred Nobel en su testamento, el Premio Nobel de la Paz se ha de otorgar "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz"[2], cabría preguntarse si, vista la trayectoria de algunos de sus recientes ganadores, tendría sentido que, en su lugar, les hubiera sido concedido el Premio Ig Nobel de la Paz.
Un rápido repaso al currículo de algunos de los galardonados por el Comité Nobel Noruego lleva a pensar que la voluntad del filántropo de origen sueco ha sido quebrantada en numerosas ocasiones. Poco se puede decir a favor de aquel comité cuando políticos de corte belicista como Theodore Roosevelt, Woodrow Wilson -promotores del imperialismo yanqui en América Latina[3]- o Henry Kissinger -quien, desde su posición de poder, antepuso oscuros intereses a los derechos humanos[4]- reciben el Nobel de la Paz. También habría que preguntarse por las aportaciones de Barack Obama o la Unión Europea para la consecución de un mundo más pacífico.
Descontando personas y asociaciones realmente merecedores del galardón, el Nobel de la Paz ha sido utilizado en demasiadas ocasiones como guiño político hacia los actores más importantes del panorama internacional en cada momento. El caso de Obama es claro cuando, siendo su único haber el lema "yes, we can!", le es otorgado el Nobel bajo la justificación oficial de que "sólo muy rara vez una persona tiene el mismo alcance que Obama ha tenido al capturar la atención del mundo y brindarle a su pueblo la esperanza de un futuro mejor"[5]. Argumento con muy poco peso frente al perentorio interés de Europa por recuperar la tradicional relación euroatlántica con los Estados Unidos vigente desde los tiempos de Truman hasta la salida de Bill Clinton de la Casa Blanca.
Aún más sorprendente la concesión del premio a la Unión Europea "por su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa"[6], justamente cuando la destrucción de derechos es más patente en los estados más débiles de la Unión. Poca democracia hay en una Europa construida casi exclusivamente por vía parlamentaria, a cuyo pueblo se le deja de escuchar desde el momento en el que muestra alguna oposición a los planes de construcción europea dictados desde los grandes poderes. Una Europa sometía a una oligarquía financiera, los famosos mercados a los que han de plegarse los gobernantes que deseen mantener su puesto. Un sueño roto de Europa de los Pueblos subvertido a la Europa del Capital a cuya ciudadanía se le impone una ideología, la neoliberal, sin otra elección.
La Unión Europea del control del déficit es la de los hombres de negro que supervisan las economías nacionales, sin importar compromisos electorales de los respectivos partidos en el poder; la de la troika que decide el futuro de millones de ciudadanos, a base de imponer recortes en gasto social; la de la destrucción del tejido público y el despido masivo de funcionarios; la de la condena a la precariedad a la Europa periférica.
También es la Unión Europea lacaya de la OTAN, cuyo secretario general se apresuró a aplaudir el Nobel de la Paz; la Europa que no dudó en bombardear parte de su territorio, los Balcanes, con tal de asegurar el Lebensraum de la Alemania por entonces recién unificada; la Unión Europea que mira a otro lado ante los abusos de Israel y Marruecos en Palestina y el Sahara respectivamente; la Unión Europea cómplice en la invasión de Afganistán y protagonista plena del derrocamiento de Gadafi, dirigente de una Libia cuya población disfrutaba, hasta entonces, del mejor índice de calidad de vida de toda África; la Unión Europea, por otra parte, indiscutible aliada de los regímenes totalitarios petrolíferos de Oriente Medio; la Unión Europea que irresponsablemente contribuye a empujar al pueblo sirio a una guerra civil. Paradójico resulta que se premie con el Nobel de la Paz a una Unión Europea con clara vocación militarista, que tan sólo garantiza la paz, como indica Jean-Luc Méchenlon, a "los mercados financieros, a los especuladores y a las utilidades bancarias"[7].
El término Ig Nobel proviene de un juego fonético con la palabra inglesa ignoble, que se traduce como "innoble", el vocablo más apropiado para describir el principal motivo que hay detrás de la concesión de Nobel de la Paz a la Unión Europea, que parece corresponder a la necesidad de encubrir el terrible proceso de transformación antidemocrático en que se encuentra sumido la Europa del capital, la Europa que sólo obedece a los mercados.
[1] Cit. en "Premio Ig Nobel". Wikipedia. La Enciclopedia Libre.
[2] Cit. en "Premio Nobel de la Paz". Wikipedia. La Enciclopedia Libre.
[3] Theodore Roosevelt es recordado por aplicar la militarista "diplomacia del garrote" para someter al dominio estadounidense a parte del Caribe y Centroamérica. Por su parte, Wilson intervino militarmente en México, Haití, Cuba, Panamá, República Dominicana y Nicaragua en virtud de su "diplomacia de las cañoneras".
[4] "Henry Kissinger, retrato de un asesino". El Correo de la Diáspora Latinoamericana, 17 de enero de 2005.
[5] Cit. en "Anexo: Ganadores del Premio Nobel de la Paz". Wikipedia. La Enciclopedia Libre.
[6] Ibid.
[7] "Nobel de la Paz a la UE, un premio de humor negro". HispanTV, 12 de octubre de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario