En este mundo patas arriba, como diría el bueno de Galeano, no hay un día en el que no encontremos hueco para la sorpresa. En un país donde determinados políticos y su sector ideológico afín aprovechan cualquier excusa para comparar todo lo que no les gusta con ETA, resulta que una de sus mayores instancias judiciales, la Audiencia Nacional, decide imputar a un humorista por realizar una parodia donde el Partido Popular anuncia "cesar su actividad armada y entregar las armas". Como dice el propio humorista, "si no hubiera estado vinculado a Pablo Iglesias de alguna manera esto no hubiera ocurrido. Y la vinculación es que tengo un programa en La Tuerka y él tiene otro". Visto lo visto, parece ser que no sólo los extremistas islámicos atacan a los humoristas, sobre todo si con ello hay posibilidad de erosionar el entorno de Podemos (aunque, dicho sea de paso, Facu Díaz actualmente milita en IU).
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