La marca España es también cada sanción contra aquellos ciudadanos que pretenden ejercer su legítimo derecho a la manifestación, la redacción de leyes que criminalizan la protesta, cada persona herida tras cargas de los antidisturbios. Es la España de la vuelta atrás, la de quienes aspiran a revivir aquella "extraordinaria placidez", la del NO-DO y el silencio a la fuerza. La condición de Estado democrático se gana día a día, ejerciendo, como dice la palabra, democracia y no silenciando al pueblo a base de palos. La marca España vuelve a traspasar fronteras: en esta ocasión, organizaciones internacionales por la defensa de los Derechos Humanos denuncian y documentan la represión de la protesta en España.
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