La prensa más súbdita de España no ha tardado en hacer eco del viaje del rey a los Emiratos Árabes, enfatizando su papel de representante comercial de las empresas de capital español. Aunque evidentemente este viaje pueda ser más productivo, en cuanto a la posibilidad de conseguir carga de trabajo para algunas grandes empresas nacionales, que el de Botswana, volvemos a encontrarnos ante la realidad de una industria española obligada a conseguir contratos con el argumento del amiguismo en vez de presumir de prestigio. No vamos a preguntarnos por las contraprestaciones exigidas por estos jeques "amigos del Golfo" a cambio de sus firmas, pues a cualquier democracia sana se le presupone total transparencia en ese aspecto; no obstante, si el mensaje que pretenden darnos es que Juan Carlos de Borbón es necesario para que las empresas españolas consigan contratos internacionales, lo mismo sería interesante que cambiase de profesión, pasando de ser rey a representante comercial a sueldo de estas compañías. |
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