No es casual que el séquito de Mariano Rajoy, en su visita oficial a los EEUU, esté formado por los representantes de las principales empresas de España. Habiendo cedido la soberanía nacional a los grandes poderes financieros y económicos de Europa, al presidente sólo le queda hacer de enlace entre la oligarquía española, sus verdaderos jefes, y los poderes estadounidenses. No es de extrañar que uno de los motivos de la visita sea explicar a los empresarios norteamericanos sus éxitos en imponer a un Gobierno sumiso la destrucción de las garantías laborales de sus ciudadanos, reduciendo a éstos a mano de obra barata disponible al mejor postor. |
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