Con toda la desfachatez del mundo. Sin datos contrastables, el ex-ministro Miguel Ángel Rodríguez carga contra los funcionarios y trabajadores públicos afirmando que "hay que bajarles un 30% el sueldo, no congelarlo. Hay que echar al 30% de los empleados públicos. El 30% de los empleados públicos cada día no van a trabajar, sobran. No van a trabajar, sobran". Ya cansa la demonización de funcionarios, sindicalistas y todos aquellos trabajadores que, por una causa u otra, resultan molestos a ciertas élites. Quizás lo que molesta a estos tipos, en el caso de los trabajadores públicos, es que estén ocupando plazas que podrían ser externalizadas y cubiertas con mano de obra barata proporcionada por empresas propiedad de sus amigos. Mucho más beneficioso para los bolsillos de unos pocos, ¿verdad?
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