Se presentaron a unas elecciones, las perdieron y ahora no aceptan la derrota. Capriles ha agitado a los suyos en contra del nuevo Gobierno de Nicolás Maduro en forma de desorden público que ningún bien hace al país. ¿Patriotas? Desde luego que no puede llamarse así a gente que defiende políticas que sólo beneficiarán a las élites empresariales y a las multinacionales sedientas del crudo venezolano, en perjuicio directo del pueblo. Poco patriótico tiene provocar una oleada de disturbios que se ha saldado con siete muertos simpatizantes de Maduro, tres sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela incendiadas, ataques a numerosos Centros de Diagnóstico Integral (ambulatorios gratuitos en los barrios atendidos frecuentemente por médicos cubanos), amenazas a dirigentes bolivarianos e intentos de incendio de sus casas en una ocasión, cortes de autopistas, agresiones y disparos contra periodistas de medios comunitarios y públicos, asaltos contra edificios públicos y sedes de organizaciones populares. |
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