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domingo, 28 de abril de 2013

El hombre que quería matar políticos

La imagen de la jornada


Fuente: El Diario
El tiroteo recién acontecido en Italia, protagonizado por un hombre que decía querer matar a políticos, evoca a la tan cacareada "desafección hacia la clase política" en España. Con un clima social similar en ambos Estados, lo sucedido es consecuencia extrema de la subyacente manipulación del lenguaje para culpabilizar de la crisis y sus efectos a todos los políticos, englobándolos en un interesado y ficticio concepto de "clase". El problema no es que haya representantes políticos, pues su negación equivaldría a negar la democracia, sino la sumisión de una gran parte de ellos a los grandes poderes. La identificación de todos los políticos en una misma clase salvaguarda a aquellos que decidieron venderse a los grandes poderes, a la vez que difumina la posibilidad de que los políticos que realmente necesitamos -quienes trabajen para y por el pueblo- tengan oportunidad alguna de demostrarlo. No existe tal clase política, sino políticos que se erigen defensores de una u otra de las clases sociales en lucha.

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