Este Gobierno continúa dándonos motivos para salir a las calles a movilizarnos. Hoy ha sido a causa de la corrupción que corroe las entrañas políticas de este país; ayer fue por la defensa de la sanidad y la educación públicas, al igual que mañana. Cada motivo para salir a la calle es también una nueva gota que va llenando un vaso que quizás un día llegue a colmarse. Los de arriba aún están tranquilos: por lo pronto, este fin de semana la mayoría seguirá hablando de fútbol como terapia para hacer más llevadera aquella resignación ante la injusticia. Pero, cuidado, la Historia nos enseñó que las cosas acaban cambiando. |
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